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Parto normal en la especie humana

Por: Emilio Santos Leal. Médico obstetra. Psiquiatra. Licenciado en Ciencias Físicas. Experto en parto natural. 

Objetivo

El objetivo de este tema es proporcionar conocimientos y consejos sobre el proceso de parto desde una perspectiva biológica y antropológica, sin entrar en aspectos de asistencia clínica. Las fases y etapas del parto presentadas son ampliamente reconocidas y estudiadas, y la división en «momentos» específicos en términos de estado emocional es producto de la observación científica basada en la experiencia práctica del autor en el contexto de partos «libres». Estas observaciones se presentan por primera vez en este libro.

Preparto. Comienzo del Proceso.

El término de la gestación representa un período de expectación e incertidumbre, en el que se desconoce con certeza el momento preciso de inicio del trabajo de parto. Este evento es precipitado por una serie de cambios hormonales iniciados por el feto, que ocurren aproximadamente a las 38 semanas posteriores a la concepción.

El inicio del trabajo de parto es señalizado por un incremento en la producción de la hormona liberadora de corticotropina (CRH) en el cerebro del feto. Este aumento de CRH circula en la sangre del bebé y actúa en varias regiones del cuerpo, incluyendo las glándulas suprarrenales, donde estimula la producción de cortisol. Cuando este cortisol llega a los pulmones y al intestino del feto, se promueve su maduración final, preparándolos para funciones vitales posnatales como la respiración de aire y la digestión de leche.

La CRH también llega a la placenta, transmitiendo una señal para cesar la producción de progesterona. Esta hormona ha jugado un papel crucial durante la gestación, manteniendo un ambiente de relajación uterina y un cuello uterino firmemente cerrado, mediante la saturación del torrente sanguíneo de la madre.

Con la disminución de los niveles de progesterona en la sangre materna, se inicia el proceso conocido como «desembarazo». Se observan cambios fisiológicos como la diuresis incrementada, la disminución de la retención de líquidos, y la reducción de la inflamación en los tobillos. Además, el apetito de la madre puede reorientarse hacia alimentos que habían perdido interés anteriormente. El nivel de flujo vaginal también se altera, volviéndose menos espeso y más transparente.

El descenso de la progesterona provoca una liberación de prostaglandinas en el cuello uterino, induciendo su ablandamiento y una disminución progresiva de su cerramiento. Las prostaglandinas también se dirigen al cerebro materno, lo que instiga a la hipófisis posterior a producir grandes cantidades de la hormona oxitocina. Cuando la oxitocina alcanza el útero a través del sistema circulatorio, estimula la aparición de contracciones, marcando así el comienzo del parto.

Este proceso desencadena una serie de eventos que intensifican y aceleran la labor de parto. Una vez iniciado, este fenómeno progresivo es imparable hasta el nacimiento del bebé. De este modo, el inicio del trabajo de parto representa una cascada hormonal, un fenómeno intrincado que involucra la comunicación entre el feto, la madre y sus respectivos sistemas endocrinos.

Preparto. El Tapón Mucoso.

Durante el embarazo, la mujer puede notar una secreción viscosa no líquida en su ropa interior o en el inodoro, conocida como el «tapón mucoso». Esta secreción puede variar en color desde blanco a amarillento, e incluso puede estar teñida de rojo. Sin embargo, el color de este tapón no tiene relevancia clínica, salvo si se presenta un color verde, lo cual podría ser indicativo de una rotura de membranas con líquido amniótico y requeriría la atención médica inmediata.

En algunos casos, este tapón mucoso puede permanecer en la vagina sin ser expulsado y, por tanto, no ser percibido por la mujer. Durante la duración del embarazo, el tapón mucoso ha cumplido con la función de proporcionar un sellado hermético al cuello uterino, protegiendo el útero y el feto de la invasión bacteriana.

El desprendimiento del tapón mucoso sugiere un aflojamiento del cuello uterino, y suele ocurrir cuando se alcanza una dilatación cervical de 1 a 2 centímetros. Aunque este evento no indica el inicio inmediato del trabajo de parto, es un preludio de que el mismo podría comenzar en los días subsiguientes.

Es importante destacar que el desprendimiento del tapón mucoso es un evento normal en la secuencia de preparación para el trabajo de parto. Sin embargo, cualquier cambio en la secreción, especialmente aquellos asociados con el color verde o aumento de la frecuencia o volumen, deben ser comunicados al profesional de atención prenatal para una evaluación adecuada y oportuna.

Preparto. Contracciones y cambios.

El período preparto, que precede al trabajo de parto activo, se caracteriza por la presencia de contracciones de corta duración, habitualmente de 20 a 30 segundos. Estas se diferencian de las contracciones de parto propiamente dichas, que tienden a durar aproximadamente un minuto. Además, las contracciones preparto, si ocurren, tienden a tener un intervalo de más de 5 minutos entre cada una. A menudo, los profesionales de la salud recomiendan buscar atención médica cuando las contracciones ocurren cada 5 minutos.

Es importante enfatizar que el nivel de dolor no es un indicador fiable para diferenciar las contracciones preparto de las contracciones de parto. Existe una variabilidad significativa en la percepción del dolor entre las mujeres, que puede oscilar desde dolor severo hasta la ausencia total de malestar.

Existen ciertos criterios para determinar si una mujer está en la fase de preparto o en trabajo de parto activo. Durante las contracciones de preparto, a pesar de la posible percepción de dolor, la mujer todavía puede hablar y comprender lo que se le dice. En cambio, durante las contracciones de parto, la mujer se encuentra tan absorta que su capacidad para hablar y comprender puede verse interrumpida.

Otro criterio para diferenciar estas dos fases implica la posición y la relajación del cuerpo. Si al acostarse de lado y relajarse, las contracciones comienzan a distanciarse, esto indica que la mujer todavía está en preparto. En esta situación, puede ser cómodo y recomendable permanecer en la cama.

Paralelamente, el preparto se caracteriza por un acortamiento progresivo del cuello uterino, que se asemeja al efecto de vestirse con un suéter de cuello alto. El cuello uterino, que previamente medía aproximadamente 4 cm de longitud, se va acortando de manera gradual a 3 cm, 2 cm, 1 cm, hasta «borrarse» completamente. A medida que se produce este acortamiento, se inicia también la dilatación del cuello uterino.

La experiencia de las mujeres primíparas difiere notablemente en esta etapa. En general, las primerizas experimentan una fase de preparto más notoria, ya que su cuello uterino necesita pasar por un proceso de acortamiento antes de que pueda comenzar la dilatación. En contraste, las mujeres que ya han dado a luz previamente pueden tener un preparto breve, dado que los procesos de acortamiento y dilatación pueden ocurrir simultáneamente.

Preparto. Aspectos Emocionales.

Las hormonas del estrés, específicamente la adrenalina y el cortisol, juegan un papel fundamental en la respuesta humana a situaciones de tensión o amenaza. Estas hormonas preparan tanto nuestro cuerpo como nuestra mente para luchar o resistir en un contexto de emergencia, optimizando la capacidad para defendernos, reafirmarnos e incluso mostrar agresividad si es necesario.

La adrenalina y el cortisol facilitan la asignación de recursos corporales para responder a una emergencia. La adrenalina, por ejemplo, está diseñada para dar prioridad a esfuerzos que requieren una respuesta rápida, en cuestión de minutos, como en situaciones de frío extremo o durante un conflicto interpersonal intenso. Por su parte, el cortisol favorece la asignación de recursos a esfuerzos que requieren una respuesta prolongada, en cuestión de días, como la preparación para un examen importante.

Sin embargo, al asignar prioridad a ciertos procesos y funciones, las hormonas del estrés inevitablemente descuidan otros. Bajo la influencia de estas hormonas, la capacidad del cuerpo para realizar la digestión, mantener un sueño reparador, defenderse de enfermedades a través del sistema inmunológico, e incluso gestionar el proceso de parto, puede verse comprometida.

Durante el trabajo de parto, las hormonas del estrés pueden tener un efecto inhibidor. Para favorecer un parto exitoso, es aconsejable minimizar la exposición a estímulos que puedan desencadenar la producción de estas hormonas. Tales estímulos pueden incluir el frío, los ruidos fuertes, el mal humor o cualquier situación que pueda generar un estado de agresividad.

Es esencial considerar estos aspectos emocionales y hormonales durante el parto, ya que el manejo adecuado del estrés puede facilitar un proceso de parto más fluido y saludable tanto para la madre como para el bebé.

Preparto. Aspectos Posturales.

Durante la fase latente del parto, las actividades cotidianas como caminar y comer pueden continuar normalmente, incluso en presencia de contracciones. Si este período ocurre durante la noche, la recomendación es continuar con el descanso nocturno habitual.

Aunque el consejo general es dejarse guiar por la propia intuición corporal y adoptar posturas espontáneas, existen intervenciones posturales que pueden influir positivamente en la evolución del parto. Si una mujer desea acelerar el proceso de parto, una opción puede ser caminar subiendo y bajando escaleras. Este movimiento provoca un balanceo de la pelvis, que puede ayudar a que la cabeza del bebé descienda. Para potenciar este efecto, puede ser útil introducir una ligera contracción del abdomen bajo, que activa el músculo transverso del abdomen y sostiene la cabeza del bebé.

En algunas situaciones, el útero puede estar muy adelantado, lo que puede generar una sensación de peso hacia adelante. En estos casos, puede ser útil proporcionar un soporte manual al útero, o recibir este soporte de la pareja o la persona acompañante.

Si la preferencia de la mujer es descansar, una postura cómoda puede ser acostarse sobre el lado en el que se encuentra la espalda del bebé, con la pierna superior bien flexionada y apoyada en una o varias almohadas. Además, es aconsejable mantener el tronco ligeramente inclinado hacia abajo, lo que permite que la columna vertebral esté recta. Esta postura ayuda a minimizar la lordosis lumbar, lo que puede favorecer el descenso del bebé.

El Dolor en el Parto: Interpretación y Abordaje Emocional

El parto, aunque frecuentemente asociado con dolor, puede ser vivido como una experiencia potente y transformadora. Al igual que un montañero que se enfrenta al agotamiento físico y al desafío de la naturaleza, la mujer durante el parto puede sentirse empoderada por la intensidad y el poder de su cuerpo. A pesar de la presencia de dolor, el parto puede ser una experiencia intensa de vida, poder, entrega y amor.

Las expresiones de intensidad emocional durante el parto no necesariamente corresponden a la percepción de dolor. Al igual que la persona que grita durante una caída libre en una atracción de un parque de diversiones, la mujer en trabajo de parto puede experimentar una carga emocional intensa que no se traduce necesariamente en sufrimiento. En algunas culturas y contextos, se ha documentado que el parto puede transcurrir sin dolor significativo. No obstante, independientemente de si se percibe dolor o no, el parto es una vivencia de sensaciones y emociones de magnitud extraordinaria.

El dolor en el parto puede variar considerablemente de una mujer a otra, e incluso en la misma mujer entre diferentes partos, debido a una multiplicidad de factores emocionales y culturales. El miedo, la ansiedad, la prisa, el pudor, el ruido y la falta de intimidad pueden influir en la percepción del dolor. Además, la racionalización excesiva y la falta de valoración personal pueden contribuir a intensificar la experiencia del dolor.

Es esencial centrar la atención en la maravillosa capacidad del cuerpo para dar vida durante el parto. Reconocer esta grandeza puede transformar la percepción del evento, tal como ilustra el testimonio de Arantxa, quien relata la profunda conexión con la «madre tierra» y con la totalidad de la existencia que experimentó durante el parto.

La actitud emocional más propicia para un parto eficiente y potencialmente libre de dolor puede ser una actitud de entrega. El parto requiere confiar en el cuerpo como una máquina perfecta, entregarse a la totalidad de la experiencia y permitirse ser guiada por ella. Esta entrega no es sólo al propio cuerpo, sino también al hijo que está por nacer. En suma, el parto es un fenómeno multidimensional que trasciende la mera experiencia de dolor, ofreciendo un espacio para la intensidad emocional, el empoderamiento y la conexión profunda.

La Sexualidad y el Parto: Paralelismos y Entrelazamientos

La sexualidad humana y el parto comparten notables similitudes hormonales, fisiológicas y emocionales. De hecho, el acto sexual puede considerarse una versión reducida del parto. Ambos procesos, cuando ocurren en condiciones favorables, pueden dar lugar a experiencias de éxtasis, unión y entrega. Sin embargo, en circunstancias adversas, tanto el sexo como el parto pueden ser experiencias dolorosas.

En condiciones óptimas, el sexo y el parto comparten ciertas características fundamentales. Ambos procesos funcionan bajo un estado mental de entrega y ausencia de racionalización. Tanto hombres como mujeres pueden experimentar estas dinámicas durante el acto sexual, y confirmar por sí mismos cómo el abandono del control conducen a una experiencia más gratificante, hermosa, trascendental y plena.

Las necesidades emocionales durante el parto y durante el acto sexual son similares. Ambos son considerados eventos sagrados, momentos de rendición a algo mayor. La similitud entre estas dos experiencias no es casual: las mismas hormonas se activan, las mismas posturas pueden ser adoptadas, los gemidos son comparables, y las sensaciones de unión y de grandeza son paralelas. En este sentido, la sexualidad femenina en los humanos puede considerarse una preparación para el parto.

Cuando se desvirtúan estos procesos, ya sea por no darse en condiciones adecuadas o con las personas adecuadas, pueden transformarse en experiencias difíciles y dolorosas. Por tanto, resulta esencial abordar tanto la sexualidad como el parto desde una perspectiva de respeto, consentimiento y cuidado para permitir que se manifiesten como las experiencias plenas y transformadoras que están diseñadas para ser.

La Respiración en el Parto: Historia, Técnicas y Relevancia

Durante el siglo XX, la preparación para el parto ganó popularidad a nivel mundial, con un enfoque significativo en técnicas específicas de respiración para cada etapa del parto. El obstetra francés Fernand Lamaze (1891-1957) fue particularmente influyente en popularizar una serie de técnicas de respiración que aún se enseñan en muchos cursos de preparación para el parto. Las técnicas de respiración utilizadas durante el parto varían ampliamente y se han desarrollado y adaptado a lo largo del tiempo. La idea es que al aprender y practicar estas técnicas, las mujeres embarazadas pueden ganar un sentido de control y confianza en sus cuerpos durante el parto. Además, los cursos de preparación para el parto ofrecen un valioso entorno social, permitiendo a las mujeres embarazadas compartir experiencias y formar parte de una comunidad. Sin embargo, es importante destacar que conocer y practicar técnicas específicas de respiración, aunque puede ser beneficioso, no es necesario para un parto exitoso. 

La respiración es un proceso natural e intuitivo que todos los seres humanos saben cómo realizar, y nadie nos ha tenido que enseñar cómo respirar. Por tanto, aunque las técnicas de respiración pueden ser una herramienta útil durante el parto, no deben verse como un requisito imprescindible. El parto es un proceso individual y cada mujer encontrará su propio camino, ya sea a través de la utilización de técnicas de respiración aprendidas o a través de la confianza en su propio proceso natural de respiración.

Primera etapa

El periodo de dilatación, la primera etapa del parto, se caracteriza por la maduración del cuello uterino, generalmente con una dilatación de al menos 3 cm, y la aparición de contracciones regulares y de considerable duración, que indican que el parto está en curso. Este periodo se extiende hasta que el cuello uterino alcanza su dilatación máxima, lo que típicamente implica un diámetro de 10 cm, suficiente para acomodar completamente la cabeza del feto.

Durante este periodo, la elección de posturas por parte de la parturienta puede ser crucial para facilitar el proceso de parto. Es esencial aclarar que no existen posturas «correctas» o «incorrectas». La elección de la postura está guiada por la comodidad de la parturienta y la posición que favorece al feto para moverse más profundamente en la pelvis. Sin embargo, existen algunas consideraciones a tener en cuenta respecto a la postura.

En primer lugar, la vejiga debe mantenerse vacía durante todo el periodo de dilatación. La presencia de orina puede obstaculizar el proceso al impedir que la cabeza del feto descienda adecuadamente en la pelvis. Por lo tanto, se debe permitir y fomentar la micción frecuente.

Las parturientas pueden preferir acostarse de lado, optando por el lado en el que se encuentra la espalda del feto, a menudo el lado izquierdo. Esta posición puede evitar la compresión de la vena cava, que se ubica en la parte posterior a la derecha de la columna vertebral, y cuya compresión puede provocar mareos debido a la reducción de la presión arterial. La extremidad superior puede descansar cómodamente sobre cojines o almohadones para mantenerla flexionada y elevada.

Además, las posiciones verticales pueden ser favorables. Por ejemplo, permanecer de pie con una pierna bien flexionada, con el pie apoyado sobre una superficie elevada, como una silla o mesa, y las manos apoyadas en un punto firme, puede favorecer el proceso de dilatación. Esta postura, al igual que la posición tumbada, permite mantener la columna vertebral recta y estirada, lo que puede facilitar el proceso de parto.

Asimismo, durante la fase de dilatación, pueden preferirse posturas que permitan estirar el tronco, como arrodillarse, donde el acompañante puede ayudar a estirar la columna tirando de los brazos de la parturienta, o utilizar una pelota de pilates. Aquí, una almohada larga y gruesa puede ser útil para montar «a caballo», distribuyendo así el peso del cuerpo y aliviando la carga sobre las rodillas.

La postura de cuclillas puede ser particularmente beneficiosa para promover el descenso de la cabeza del feto. Sin embargo, para maximizar su utilidad, es esencial contar con elementos que permitan un buen estiramiento, como un compañero que sostenga los brazos de la parturienta, una soga colgada, entre otros. Cabe destacar que esta postura puede intensificar las contracciones y la presión sobre el pubis, por lo que alternarla con la postura tumbada de lado puede ser una estrategia eficaz para descomprimir la zona entre la vulva y el ano y permitir la relajación entre contracciones.

Primera etapa. Cuestiones de mecánica.

Durante el proceso de parto, se producen diversos cambios mecánicos que juegan un papel crucial. A medida que el cuello uterino se dilata, la cabeza del feto comienza a descender y encajarse dentro de la pelvis materna. En el periodo de preparto, la cabeza del feto, que previamente flotaba en el líquido amniótico, se apoya y se fija sobre el hueso del pubis. A medida que avanza la dilatación durante el parto, la cabeza del feto pasa de estar simplemente apoyada a estar encajada dentro de la pelvis.

Es importante mencionar que la abertura superior de la pelvis materna es mayor en su dimensión transversal que en la anteroposterior, lo que significa que la cabeza del feto tiende a encajarse en una posición transversa, mirando hacia un lado. En más del 50% de los casos, se espera que la coronilla del feto esté hacia la izquierda (con el feto mirando hacia la derecha), aunque también puede estar hacia la derecha (feto mirando a la izquierda), hacia el frente, hacia atrás, o en una posición intermedia (oblicua).

En un punto crítico del parto, comúnmente conocido como el momento «¡No puedo!», la cabeza del feto está completamente encajada dentro de la pelvis materna, habiendo superado la abertura de los huesos pélvicos. En este punto, la cabeza fetal está más inmóvil que en cualquier otro momento del parto; ya no se eleva y, para descender más, debe superar la siguiente estrechez pélvica, el estrecho medio. Este es un momento particularmente desafiante, a menudo considerado el más difícil en muchos partos. La percepción de que la cabeza fetal «no puede moverse» puede surgir, junto con la sensación de que el proceso de parto no está progresando. Esto se debe a que el avance en este punto suele ser muy lento, y las contracciones alcanzan su punto máximo de intensidad. Aún no ha llegado el momento de las ganas de empujar, por lo que este es el momento en que la desesperación puede aparecer. Sin embargo, es crucial entender que este es simplemente la parte más desafiante del parto; una vez que la cabeza del feto supera este punto, el proceso se vuelve significativamente más fácil.

Primera etapa. Cuestiones emocionales.

Durante el periodo de dilatación en un parto mínimamente medicalizado, se producen cambios emocionales significativos. Uno de estos cambios es la transición a un estado de aislamiento cognitivo que dificulta el razonamiento y la verbalización, similar al estado de embriaguez o de estar «en otro planeta». Este cambio se atribuye a la disminución de la actividad del neocórtex (la región del cerebro asociada con el razonamiento) y la mayor actividad del paleocórtex (la región del cerebro asociada con los instintos), bajo la influencia hormonal del parto. Este cambio puede dar lugar a comportamientos inusuales, como la adopción de posturas extrañas, expresiones faciales inusuales, o comportamientos emocionales como el llanto o la agresividad sin un motivo aparente.

Una variable crucial durante este periodo es el lenguaje. Dado que la mujer en trabajo de parto está entrando en un estado de ensoñación, donde el tiempo, el espacio y la lógica están distorsionados, es fundamental que los acompañantes se abstengan de hacer preguntas que obliguen a la mujer a pensar, ya que esto puede interrumpir su estado de ensoñación y obstaculizar el flujo del parto. En lugar de ello, es posible que una historia contada con una entonación suave que estimule el estado de ensoñación pueda ser beneficiosa, aunque en otros momentos cualquier conversación puede ser perturbadora.

Además, se debe prestar atención a las sensaciones táctiles. La tolerancia al tacto puede variar ampliamente entre las mujeres en trabajo de parto. Algunas pueden encontrar un alivio considerable en un masaje fuerte, mientras que otras pueden preferir un masaje suave y cariñoso de su pareja, o incluso no desear contacto físico en absoluto. Los acompañantes deben sintonizar con la mujer en trabajo de parto para anticipar y entender sus necesidades sin necesidad de preguntas verbales, dado que la comunicación verbal puede ser particularmente desafiante durante este periodo.

Por último, es fundamental minimizar la exposición a factores que pueden incrementar la liberación de hormonas del estrés, que pueden inhibir el progreso del parto. Estos factores incluyen la exposición al frío, ruidos fuertes, emociones negativas como el mal humor o la agresividad, entre otros. Así, es crucial asegurar un ambiente calmado, confortable y respetuoso para la mujer en trabajo de parto para promover el progreso óptimo del parto.

Segunda etapa del parto

El segundo periodo del parto, conocido como periodo expulsivo, inicia cuando se logra una dilatación completa. Este periodo consta de una fase «latente», en la cual las contracciones continúan de forma similar a las del final de la etapa de dilatación, y posteriormente, una fase de pujos que suele manifestarse tras la rotura de la bolsa amniótica.

La rotura de la bolsa amniótica puede ocurrir en diferentes momentos del proceso de parto. Este evento puede suceder antes del inicio del parto, durante la etapa de dilatación, justo cuando se alcanza la dilatación completa o incluso durante la fase de pujos. Sin embargo, la rotura de la bolsa es más común cuando se alcanza la dilatación completa, es decir, poco antes de iniciar los pujos.

En algunos casos, la bolsa amniótica no se rompe y el bebé nace cubierto por esta. Bajo esta circunstancia, la matrona procederá a romper la bolsa inmediatamente después del nacimiento para facilitar la respiración del bebé. Sin embargo, si esto no ocurre, el bebé continuará obteniendo oxígeno a través del cordón umbilical hasta que la membrana se rompa. En el reino animal, las madres mamíferas suelen lamer la nariz de sus crías recién nacidas como parte de su instinto.

Además, en ciertos momentos del proceso del parto, puede existir un intervalo más prolongado entre las contracciones. Por ejemplo, tras la rotura de la bolsa amniótica, puede haber un lapso más largo hasta la siguiente contracción, lo que puede dar la sensación de que el parto se ha detenido. Esta pausa puede ser un breve respiro causado por una disminución en la tensión del útero debido a la liberación del líquido amniótico. El útero necesita algunos minutos para volver a tensarse lo suficiente para que continúen las contracciones. Un fenómeno similar puede ocurrir cuando una contracción es particularmente eficaz y produce un avance notable de la cabeza del bebé, lo que puede prolongar el intervalo hasta la próxima contracción, proporcionando tiempo suficiente para un breve descanso o incluso una «siesta».

Siestas en el parto

En el proceso de parto, el fenómeno de breves intervalos de sueño entre contracciones es reportado por algunas mujeres, lo que puede ser atribuido a las hormonas del parto. Estas «siestas» pueden durar incluso sólo dos minutos, durante los cuales las mujeres pueden entrar en un estado de sueño e incluso experimentar sueños.

Esto puede parecer sorprendente dada la intensidad de las contracciones y el estrés general asociado con el parto. Sin embargo, el papel de las hormonas del parto no debe ser subestimado. Durante el parto, las concentraciones de hormonas como la oxitocina y las endorfinas aumentan. Las endorfinas, en particular, son hormonas que el cuerpo produce en respuesta al estrés o al dolor, y tienen un efecto calmante y analgésico. Además, pueden inducir una sensación de euforia y una especie de estado de sueño o trance, lo que puede permitir a la mujer «descansar» brevemente entre contracciones.

Fase de pujos

La fase de pujos es un componente crucial del período expulsivo del parto, que se inicia tras alcanzar la dilatación cervical completa. Se distingue por una sincronización involuntaria entre las contracciones uterinas y la contracción de la musculatura abdominal. La duración de esta fase puede variar significativamente, abarcando desde unos pocos minutos hasta varias horas.

El estímulo principal para el inicio de los pujos es el llenado completo de la cavidad pélvica por la cabeza fetal, o, en los casos de presentación podálica, por las nalgas del feto. Este llenado provoca una serie de reflejos neurales que intensifican la contracción de los músculos abdominales durante las contracciones uterinas.

Esta etapa se caracteriza por una serie de momentos de intensidad emocional y física extremas. Se destacan entre los eventos más intensos que una mujer puede experimentar en su vida. La cooperación entre el útero y la musculatura abdominal para movilizar y expulsar el feto es un fenómeno fascinante, testimonio de la complejidad y eficiencia de los mecanismos fisiológicos del parto.

Momento “¡ me parto !”

El «momento de sentirse partida» corresponde a la fase crucial del parto en la que la cabeza del neonato se ve obligada a navegar a través del estrecho medio de la pelvis. Este punto de la anatomía pelviana se caracteriza por ser más amplio de adelante hacia atrás que de lado a lado, debido a las prominencias óseas conocidas como espinas ciáticas. Para superar esta «estrechez» media, la cabeza fetal, que originalmente entró en la pelvis en una orientación lateral, debe realizar una rotación de 90 grados para posicionar la coronilla hacia la parte frontal de la madre. Esta maniobra coloca al feto en la denominada «posición anterior», considerada ideal en esta etapa del parto.

No obstante, existen casos en los que la rotación puede resultar en una «posición posterior» (la coronilla orientada hacia atrás y el rostro hacia adelante). Este tipo de presentación puede complicar y prolongar el parto, ya que las contracciones suelen ser percibidas con mayor intensidad en la parte baja de la espalda de la madre. Para evitar tales escenarios, se recomienda que durante las últimas 6 semanas de gestación, la madre adopte posturas con una inclinación hacia adelante. Esta postura favorece que, por la fuerza de gravedad, la columna vertebral del feto se oriente hacia la parte frontal de la madre, facilitando el parto.

A medida que el feto atraviesa el estrecho medio de la pelvis, independientemente de si su coronilla está orientada hacia el frente (lo habitual) o en la posición posterior, la madre experimenta intensas sensaciones a medida que la cabeza del bebé atraviesa los huesos de la pelvis. Algunas mujeres describen esta etapa como el «momento de sentirse partida», una descripción que puede haber dado origen al término «parto» en español.

Este momento es, posiblemente, el más intenso de todo el parto en términos de sensación física, pero también marca el final de las etapas más difíciles. A partir de ahora, la madre nota un avance claro en el proceso; percibe el progreso, comprende el porqué de las sensaciones y aprecia la efectividad del proceso. Todo esto contribuye a una experiencia que, aunque intensa, es también profundamente gratificante.

Momento “¡ me cago !”

A medida que el parto avanza, la cabeza del bebé comienza a flexionarse hacia la parte posterior de la madre. Esta maniobra no es un acto voluntario del feto, sino una consecuencia de la anatomía pélvica de la madre: el hueso púbico sirve como una barrera que empuja hacia atrás la coronilla del feto a medida que ésta avanza. Como resultado, se ejerce una creciente presión sobre el ano de la madre. Esta presión puede desencadenar una fuerte sensación de necesidad de defecación, incluso si el recto está vacío de heces. Si existen heces en el recto, esta sensación se intensifica aún más.

Durante este proceso, es preferible tener vacíos vejiga y recto para facilitar el avance del bebé a través del canal de parto. Esta recomendación es particularmente relevante para las mujeres que deciden dar a luz en casa, ya que pueden sentirse más cómodas realizando esta acción en la privacidad de su propio baño. De hecho, la mujer puede sentir deseo intenso de defecar,  propiciado por las respuestas hormonales y por la presión física de la cabeza del feto sobre el sigma y recto. 

Durante esta etapa del parto, la zona perianal de la madre se distiende de manera notable. Este fenómeno se debe a la acción de la hormona relaxina que se segrega durante el parto, que confiere una elasticidad increíble a los tejidos involucrados, permitiendo que se estiren y acomoden al paso del bebé.

Momento “¡ me arde !”

Durante la fase final del parto se produce una serie de transformaciones físicas y emocionales en la madre. A medida que la cabeza del bebé, inicialmente flexionada hacia la parte posterior de la madre, comienza a «deflexionarse», se desencadena un incremento en la presión sobre la vagina y la vulva. Este cambio no es un acto voluntario del bebé, sino una respuesta natural a las barreras anatómicas que presenta el canal del parto, en este caso los huesos sacro y coxis de la madre.

Esta presión provoca una intensa sensación de ardor en la madre, conocida como el «aro de fuego». Es el resultado de la extrema distensión de la vagina y la vulva para acomodar la cabeza del bebé. Este estiramiento extremo, que a menudo alcanza un diámetro de 10 cm, es posible gracias a las hormonas del parto y al estado emocional de la madre.

Salida de la cabeza

A medida que se acerca el nacimiento, la cabeza del bebé se sitúa completamente en la vagina. En este punto, si la madre lo desea, puede llegar a tocar la cabeza del bebé. Este es un momento de gran emoción y anticipación, a medida que se acerca el final del proceso de parto.

La salida de la cabeza es la siguiente etapa de este proceso. En algunos casos poco comunes, en un solo esfuerzo de pujo, la madre puede expulsar tanto la cabeza como el cuerpo del bebé. Esto suele ocurrir en partos rápidos de mujeres que ya han dado a luz anteriormente y cuyo bebé es relativamente pequeño. Sin embargo, la norma general es que la cabeza salga en un primer esfuerzo de pujo, habitualmente con el bebé mirando hacia atrás.

Una vez que la cabeza del bebé ha salido, es posible que emita algunos sonidos, aunque es más común que permanezca muy quieto. En este momento, el bebé tiene los ojos y la boca cerrados, y sus mejillas están comprimidas entre las nalgas de la madre. Este es el preámbulo del nacimiento completo del bebé y el final del parto.

Física de presiones

En la etapa final del parto, tras la salida de la cabeza del bebé, se producen varios mecanismos naturales que son fundamentales para el bienestar y la supervivencia del recién nacido.

Cuando la cabeza del bebé sale, el tamaño del útero de la madre disminuye debido a que la mayor parte del espacio que ocupaba el bebé se ha liberado. Este cambio en el volumen del útero puede hacer que las contracciones se detengan temporalmente mientras el cuerpo se ajusta a la nueva situación. Este intervalo puede parecer largo, pero las contracciones siempre retornarán para permitir la salida del cuerpo del bebé.

Reanimación natural

Durante este lapso de tiempo, la cabeza del bebé, que inicialmente apareció pálida debido a la presión ejercida sobre ella durante el parto, comenzará a enrojecer. Esto sucede porque ahora la cabeza está libre de presión, lo que permite un mayor flujo de sangre hacia ella. La sangre oxigenada que fluye a través del cordón umbilical se dirige prioritariamente al cerebro, asegurando que este órgano vital esté bien irrigado y oxigenado antes del nacimiento.

Este mecanismo de reanimación natural permite que el cerebro se prepare para la transición de la vida intrauterina a la vida extrauterina, donde deberá coordinar la adaptación de todos los órganos del cuerpo del bebé a su nuevo entorno. Por ejemplo, los pulmones deben cambiar de «respirar» líquido amniótico a respirar aire, y los sentidos de la visión, el oído y el olfato comienzan a funcionar plenamente por primera vez.

El segundo mecanismo de reanimación se produce en los pulmones del bebé. Dentro del útero, los pulmones del bebé están llenos de líquido amniótico, que es expulsado por la boca del bebé debido a la compresión del tórax por el útero. Este vaciado de los pulmones es vital para la respiración después del nacimiento.

Estos dos mecanismos naturales, junto con otros, contribuyen a que la mayoría de los recién nacidos no necesiten intervenciones médicas inmediatas tras el parto. Esto es particularmente cierto en los partos con mínima intervención, donde se ha observado que los recién nacidos parecen estar más saludables que aquellos que nacen en entornos más medicalizados.

Cuando se interrumpen estos mecanismos naturales, por ejemplo, mediante la tracción de la cabeza inmediatamente después de la salida o mediante el corte prematuro del cordón umbilical, pueden ser necesarias maniobras de reanimación adicionales, como la aspiración de las vías respiratorias o la administración de medicación para mejorar la circulación sanguínea al cerebro. Sin embargo, estos procedimientos no pueden replicar plenamente la eficacia de los mecanismos naturales de reanimación, lo que subraya la importancia de permitir un parto lo más natural posible.

Segunda etapa. Cuestiones posturales

Las posturas que adopta una mujer durante el parto pueden influir en la progresión del mismo. En general, las posturas que se adoptan de forma natural, es decir, las que el cuerpo pide intuitivamente, son las mejores para cada fase del parto.

Durante la fase latente del periodo expulsivo, cuando la dilatación es completa pero aún no se han iniciado los pujos, la cabeza del bebé todavía está terminando de descender en la pelvis. La postura de cuclillas puede facilitar este descenso final de la cabeza. No obstante, es bueno alternar las cuclillas con otras posturas más relajadas, como sentarse o ponerse de rodillas, para descansar.

En los pujos finales, cuando la cabeza del bebé está a punto de salir, es probable que sientas la necesidad de hacer cambios en tu postura. En esencia, es útil arquear la parte baja de la espalda, como si estuvieras «sacando el trasero». Esta postura facilita que la vulva se desplace hacia atrás, permitiendo que la cabeza del bebé salga hacia adelante y evitando desgarros en la parte posterior de la vulva.

En estos momentos finales también es útil adoptar posturas en las que separemos los pies entre sí sin separar las rodillas, de modo que los muslos roten hacia dentro. Esta rotación interna del fémur facilita que la pelvis se «abra» por detrás, lo que facilita la salida del bebé.

Aunque la gravedad puede contribuir en cierta medida al descenso del feto durante el parto, la fuerza de las contracciones del útero es mucho mayor. Aun así, muchas mujeres eligen intuitivamente adoptar la postura de tumbada de lado durante el parto, y no por ello el parto se dificulta.

La conclusión es que, durante el parto, es importante permitir a la mujer adoptar las posturas que su cuerpo le pida de manera natural. Estas posturas intuitivas suelen ser más eficaces para facilitar el parto que cualquier postura que se pueda imponer desde fuera. En definitiva, cada mujer y cada parto son únicos, por lo que es esencial respetar la autonomía de la mujer para moverse y posicionarse de la manera que le parezca más cómoda y eficaz.

Momento ¡ Mi hijo !

El tercer periodo del parto representa un momento crítico y emocionalmente intenso en el proceso del nacimiento. Con la contracción final del segundo periodo, se produce la expulsión total del cuerpo del neonato, completando el proceso de parto. En este momento, la madre, a menudo agotada por la extenuante experiencia, puede requerir la asistencia de su acompañante para recoger al recién nacido. Se debe registrar la hora exacta del nacimiento, ya que es un dato requerido en la documentación médica.

El acto de observar y reconocer al recién nacido marca el inicio de un intercambio mutuo de atención que puede describirse como una profunda conexión emocional o «enamoramiento». La madre puede experimentar una oleada de emociones intensas, a menudo manifestándose en forma de llanto. Esta reacción emocional se encuentra en marcado contraste con las contracciones dolorosas previamente experimentadas, las cuales se perciben ahora como un recuerdo distante, reemplazado por una sensación de calma absoluta.

Esta etapa post-natal se caracteriza por la notable influencia de las hormonas, específicamente la oxitocina, también conocida como la «hormona del amor». En los últimos momentos del parto, tanto la madre como el neonato experimentan un notable aumento de oxitocina, segregada por el cerebro. Este evento hormonal tiene un impacto significativo en la percepción del tiempo transcurrido durante el parto, y en el fortalecimiento del vínculo afectivo entre madre e hijo.

Al reflexionar sobre la duración del parto una semana después, tanto la madre como su acompañante pueden observar una notable distorsión temporal. El tiempo del proceso de parto, que de hecho duró horas, puede percibirse en retrospectiva como si fueran minutos. Por el contrario, los primeros momentos de la interacción madre-hijo inmediatamente después del parto, que solo duraron minutos, se perciben retrospectivamente como horas. Esta distorsión temporal es un mecanismo natural que facilita el recuerdo eterno de los primeros momentos de vida del neonato, fomentando así el amor y la conexión emocional entre madre e hijo.

La oxitocina no solo tiene un impacto en la madre, sino que también ejerce su influencia en todas las personas presentes durante el parto. Las personas que han participado en el parto también experimentan una sensación de familiaridad y conexión emocional intensificada entre ellas, y en particular hacia el recién nacido y la madre. Esta sensación de conexión emocional mutua podría equipararse a la descripción folklórica de «polvos mágicos» que producen un enamoramiento instantáneo, y persistirá a lo largo de la vida, fortaleciendo las relaciones intrafamiliares.

Tercera etapa. Alumbramiento

El periodo de alumbramiento, que sigue al parto del neonato, es una etapa crítica en el proceso de parto que está marcada por una intensa conexión emocional entre la madre y el recién nacido. Este periodo, ampliamente caracterizado por una abrumadora sensación de amor, dependencia y adicción hacia el neonato, es impulsado principalmente por las hormonas del amor y del placer, la oxitocina y las endorfinas, respectivamente.

Durante el alumbramiento, la interacción entre la madre y el recién nacido es facilitada por la persistencia de la circulación de sangre a través del cordón umbilical, lo que asegura una doble oxigenación en la transición al medio aéreo. Esta capacidad dual de oxigenación en los primeros momentos de la vida extraterina proporciona una seguridad adicional en el nacimiento.

En este periodo, la madre experimenta una renovación de las contracciones que conllevan a la expulsión de la placenta, un evento significativo que simboliza el fin del proceso de parto. El pico de oxitocina que acompaña esta etapa es considerado el más alto en la vida de una mujer, y desempeña un papel crucial en la iniciación del reflejo de eyección de la placenta.

Sin embargo, es importante destacar que este periodo, aunque fisiológicamente crítico, también es emocionalmente delicado y debe ser manejado con cuidado. La interrupción de la interacción madre-bebé, ya sea a través del corte prematuro del cordón umbilical o la imposición de cambios de postura innecesarios, puede ser perjudicial. La preservación de la interacción ininterrumpida entre la madre y el neonato durante la hora posterior al nacimiento es esencial para fomentar el vínculo emocional y facilitar una transición suave al entorno extraterino.

El papel del profesional de la salud en este periodo es proporcionar un ambiente seguro, cálido y no intrusivo que permita a la madre y al neonato establecer su primera conexión sin interrupciones. Este enfoque centrado en la madre y el neonato, que respeta la necesidad de privacidad y seguridad, puede ayudar a minimizar las complicaciones y a mejorar los resultados del parto.

Duración normal del parto

La duración de un parto varía considerablemente entre las mujeres y no puede ser estrictamente cuantificada por un reloj. Cada parto es un proceso biológico único, influido por una variedad de factores, que incluyen la paridad, las características individuales de la madre y el niño, las condiciones del trabajo de parto y el ambiente en el que se lleva a cabo. Sin embargo, en promedio, se estima que el parto puede durar entre 6 a 8 horas en mujeres multiparas y 10 a 12 horas en mujeres primíparas.

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que estos son meros promedios y el trabajo de parto puede variar significativamente de estos rangos. Algunos partos pueden prolongarse hasta 24 horas o más, particularmente en situaciones de progresión lenta del trabajo de parto. Por otro lado, algunos partos pueden ser excepcionalmente rápidos, durando tan solo 2 a 4 horas o incluso menos.

Un aspecto notable del parto es la alteración de la percepción del tiempo por parte de la madre. Las hormonas del trabajo de parto pueden llevar a las mujeres a perder la noción del tiempo durante el proceso. Este fenómeno puede ser útil para que las mujeres se entreguen completamente al proceso de parto y se concentren en las demandas físicas y emocionales del trabajo de parto, más que en su duración.

Es importante para los obstetras y otros profesionales de la salud materna reconocer y acomodar esta variabilidad en la duración del trabajo de parto. La atención debe centrarse en apoyar a la mujer durante el parto, independientemente de su duración, y en identificar y gestionar cualquier complicación que pueda surgir. Las intervenciones destinadas a acelerar el parto deben utilizarse con prudencia y sólo cuando estén claramente indicadas, dada la variabilidad natural de la duración del trabajo de parto.

¿Por qué empezó a doler el parto?

Emilio Santos Leal, médico obstetra, psiquiatra, experto en parto natural

Objetivos

  1. Reflexionar sobre el momento de la humanidad en que empezó a doler el parto y por qué
  2. Entender lo que conllevan los tres lugares donde se ha realizado el parto: (1) la naturaleza, (2) el hogar, y (3) la institución, desde el punto de vista emocional.
  3. Reconocer la similitud de las diferentes aproximaciones culturales dentro de las diferencias en la experiencia del parto.
  4. Comprender la percepción sociocultural detrás de cada uno de los paradigmas de parto. 
  5. Entender una explicación plausible sobre por qué el parto comenzó a doler

Introducción

El nacimiento y la muerte fueron vistos con respeto y temor por las civilizaciones antiguas. Estos procesos estaban vinculados a poderosas deidades que podían afectar a la sociedad. Por esta razón, el nacimiento de un bebé involucra rituales y prácticas culturales para asegurar la salud de la madre y del niño.

«Modelos ancestrales del proceso del parto» hace referencia a los distintos conjuntos de prácticas, creencias, rituales y protocolos asociados al proceso del parto, que son intrínsecos a determinadas culturas o grupos étnicos. Estos modelos tienen una profunda raíz en la tradición y la experiencia colectiva, y se han ido moldeando y transmitiendo de generación en generación, reflejando la diversidad y riqueza de la experiencia humana. Estos modelos evolucionan con el tiempo, adaptándose a los cambios en el conocimiento médico, las condiciones socioeconómicas, y las influencias culturales y religiosas. Estos modelos abarcan una amplia gama de prácticas, desde el parto en completa soledad en la naturaleza hasta el parto en un entorno médico altamente controlado. Cada uno de estos modelos está influenciado por múltiples factores, que incluyen, pero no se limitan a, la historia, la cultura, la religión, el nivel socioeconómico, la educación, y el acceso a la atención médica.

Para facilitar una mejor comprensión de la diversidad de las experiencias de parto, estos modelos se pueden agrupar en tres grandes paradigmas. Hemos definido esta forma de agruparlos porque cada uno de estos paradigmas ofrece una visión única del parto, reflejando las distintas formas en que las sociedades han entendido y gestionado este fundamental proceso de la vida. Es crucial destacar que estos paradigmas no son de naturaleza excluyente entre sí, sino que, a menudo, se superponen o se combinan de diversas formas. Además, son dinámicos.

Lo bueno de esta clasificación es que cada paradigma corresponde a una etapa de la humanidad. Cada una de estas etapas refleja no tanto el progreso técnico, sino más los cambios en la percepción sociocultural del parto. 

En este tema, exploraremos cada uno de estos paradigmas con profundidad, proporcionando ejemplos concretos de cómo se manifiestan en diversas culturas alrededor del mundo. 

Introducción 1

Primer paradigma: El parto instintivo íntimo 3

Indígenas precolombinos del Caribe 4

Comunidad Achuar (Amazonia de Perú) 5

Comunidad Piro (Amazonia de Perú) 6

Kalahari (Sur de África) 6

Segundo paradigma: El parto con apoyo emocional cercano 6

Antigua Mesopotamia [] 8

Antiguo Egipto 10

Modelos de parto contemporáneos en el segundo paradigma 11

Lorango (Africa) 12

Awajun (Aguaruna) y Wampis (Huambisa) de Perú 12

Cheyennes, Arapahoes, Kiowas, Comanches y Apaches 13

Sierra Norte de Oaxaca (México) 13

Náhuatl y Tenek en México 13

Tercer paradigma: el parto institucional 13

Modelo de maternidad centrada en la mujer 14

Modelo médico 14

Primer paradigma: El parto instintivo íntimo

El parto autónomo guiado por el instinto representa un paradigma de nacimiento predominante en culturas indígenas previas a la alfabetización, donde la mujer da a luz en soledad, a menudo en un lugar íntimo y tranquilo en la naturaleza, alejándose para ello de cualquier entorno social. Pese a su escasa presencia en sociedades contemporáneas, se presume que este modelo pudo ser el predominante durante la prehistoria.

Este proceso se considera como un acto natural, instintivo, que la mujer prefiere gestionar por sí misma, sin necesidad de ayuda externa que pueda interferir. Según este paradigma, cuando una mujer comienza a sentir las contracciones iniciales del parto, busca un lugar tranquilo e íntimo donde pueda concentrarse en el proceso y entregarse a sus instintos con total libertad.

El parto autónomo se fundamenta en la premisa de que la mujer está profundamente conectada con su cuerpo y puede interpretar y seguir sus señales durante el parto. Esta conexión le permite cambiar de posición a medida que se requiera para aliviar el dolor y facilitar el progreso del parto, permitiendo que el bebé nazca a su propio ritmo.

Tras el nacimiento del bebé, la madre espera a que la placenta sea expulsada naturalmente, un proceso que puede llevar desde unos pocos minutos hasta varias horas. Una vez que la placenta ha sido expulsada, la madre suele permanecer en reposo junto a su bebé hasta que se sienta lo suficientemente fuerte como para regresar a su comunidad.

Este paradigma refleja la valoración de la autonomía, la intimidad y la conexión con la naturaleza durante el proceso de parto. Denota una gran confianza en los propios cuerpos y en el proceso biológico innato del parto.

La interpretación de este paradigma como placentero o doloroso queda sujeto a las sociedades en las que los instintos son valorados y no reprimidos. Sin embargo, verificar esta afirmación resulta desafiante, ya que incluso las sociedades indígenas con las que tenemos contacto en la actualidad han experimentado algún grado de influencia externa y, por ende, potencial represión de los instintos.

Por último, nuestros únicos indicadores sobre este paradigma provienen de las tribus indígenas que mantenían un estilo de vida paleolítico cuando entraron en contacto con sociedades más avanzadas, y del comportamiento observado en muchas especies mamíferas, incluída una de las más cercanas, los chimpancés.

Indígenas precolombinos del Caribe 

(transcripción literal de: [])

Al leer los primeros capítulos del libro A People’s History of the United States de Howard Zinn, algo primordial y esencial destaca por encima de lo anecdótico: precisamente la introducción de un régimen de carencia en el modo de vida de unas tribus, donde tienen lugar los acontecimientos que se recogen en estos capítulos, por medio de una devastación a gran escala, para proceder a continuación a la acumulación patrimonial y capitalista.

La narración de lo ocurrido a la llegada de los europeos al continente americano en el siglo XVI es la narración de cómo fueron arrasadas las producciones abundantes propias de la vida en un mundo todavía no devastado. Según la documentación de Zinn, en las islas del Caribe, aunque no fueran del todo el Paraíso ni estuvieran en la Edad Dorada, no existía la propiedad privada, ni las acumulaciones patrimoniales o excedentarias de tipo alguno, ni el matrimonio; su relato es nada menos que una asombrosa narración de cómo los europeos introdujeron en aquellas tierras el régimen de carencia y de necesidad, de cómo llevaron a cabo una radical devastación que sería el orígen de un nuevo régimen patrimonial. Esta devastación abarcó desde las formas de convivencia basadas en el apoyo mutuo hasta el ecosistema general en el que dichas formas de vida estaban integradas. Sin esta devastación previa de la tierra y de las criaturas humanas no se podría haber comenzado la acumulación y la explotación.


En el continente americano se introdujo de golpe lo que en el continente indoeuropeo se había construído en tres o cuatro mil años. Por eso la destrucción, el aniquilamiento de la vida, el holocausto fueron tan descomunales. El genocidio se abatió sobre el continente porque las poblaciones indígenas no estaban formadas (domadas y domesticadas) para la esclavitud y hubo que realizar la ingente tarea de esclavizar poblaciones enteras del continente africano y trasladarlas al americano, así como otra importante población de siervos de la Europa feudal, para abastacer de fuerza de trabajo las encomiendas y las plantaciones de la nueva América patrimonial.

Así cuenta Zinn () cómo eran las tribus indias (arawaks, etc) de las islas del Caribe (Cuba, Haití…) que fueron las primeras que alcanzaron Colón y sus acompañantes:

Los indios, decía Las Casas, no tenían religión, o por lo menos no tenían templos. “Vivían en grandes construcciones con forma acampanada, que albergaban hasta 600 personas al mismo tiempo … hechos de madera muy fuerte y con tejado de hojas de palma … Carecían de cualquier hábito o forma de comercio, ni compra ni venta, y confiaban exclusivamente en su entorno natural para su mantenimiento. Son extremadamente generosos con sus posesiones y por lo mismo… consideraban las posesiones de sus amigos de quienes esperaban el mismo grado de liberalidad”.

Y también que (3): “Eran ágiles, nadaban grandes distancias, especialmente las mujeres. No son totalmente pacíficos, porque luchaban de vez en cuando con otras tribus, pero sus disputas parecen menores, y luchan cuando están individualmente movidos a hacerlo por algún agravio, y no por orden de capitanes o reyes. Las mujeres en la sociedad india eran tan bien tratadas que asombraba a los españoles”.

Las Casas describió así las relaciones sexuales: “No existen leyes matrimoniales: hombres y mujeres indistin‐ tamente escogen pareja y la dejan según les apetece, sin ofensa, celos o enfados. Se multiplican abundantemente; las mujeres embarazadas trabajan hasta el último momento y dan a luz prácticamente sin dolor; al día siguiente se bañan en el río y están tan limpias y saludables como antes de dar a luz… en general los hombres y las mujeres indias van totalmente desnudos …”

Zinn cuenta también: “Estos arawaks de las islas Bahamas se parecían a los indios del continente que destacaban por su hospitalidad (los observadores europeos lo dirían una y otra vez), así como por su creencia en compartir (las cosas). Estos rasgos no eran compatibles con la Europa del Renacimiento.”

Los indios (según narró Colón al regreso de su primer viaje): “eran tan ingenuos y tan desprendidos de sus posesiones que si uno no lo hubiera visto no lo habría podido creer: cuando les pedías algo que tenían, nunca decían no. Por el contrario, ofrecían compartirlo todo con cualquiera.”

Comunidad Achuar (Amazonia de Perú)

(transcripción literal: de: [])

Para las mujeres achuar, la reproducción ha sido y sigue siendo un asunto sagrado. Antiguamente, las mamás daban a luz en la selva. Iban solas, sin acompañamiento alguno. La selva tenía una energía saludable, por eso se iban a parir allá. El niño nacido en la chacra tenía mucha energía, y la madre también. Salían porque ahí nadie las veía. Tenían vergüenza, no querían dar a luz en la casa, llena de gente. Para ellas el parto es algo trascendente, que tiene que ver con la energía de la selva, con la fertilidad. Las abuelas, madres y hermanas esperaban atentas a escuchar el llanto del recién nacido. Y solo entonces acudían para cortar el cordón umbilical y asistir a la parturienta. Dar a luz sería una prueba de la fortaleza y resistencia de la mujer.

Comunidad Piro (Amazonia de Perú)

Las mujeres pertenecientes a diversas tribus indígenas del Amazonas, incluyendo las mujeres Piro en Perú, han mantenido un modelo de parto caracterizado por la autosuficiencia o la asistencia mínima. Este fenómeno, a pesar de su prevalencia, ha sido en gran medida subestimado en su análisis, inclusive frente a la presión creciente de las instituciones médicas para incorporar prácticas modernas de partería. De manera general, estas mujeres optan por un parto solitario, lo cual es interpretado como una manifestación de orgullo y decoro femenino. La literatura etnográfica detalla cómo una mujer embarazada tiende a retirarse a su huerto de mandioca y retornar más tarde con un bebé recién nacido en sus brazos. O bien la mujer puede escoger un lugar recóndito, como un bosque, para dar a luz sin asistencia ni testigos. La ayuda y el acompañamiento durante el parto se reservan, principalmente, para madres primerizas o en aquellos casos donde se anticipan complicaciones durante el parto después de un embarazo problemático. Por lo general, estas complicaciones son infrecuentes, y la intervención de curanderos locales o parteras médicas no es necesaria. El parto, para las mujeres Piro, suele ser un acto de autonomía, como lo refleja la expresión que frecuentemente emplean: «Yo solita haciendo fuerza». Esta frase se interpreta como un símbolo de la confianza y la autonomía de la mujer durante el parto  [].

Kalahari (Sur de África)

En la sociedad cazadora-recolectora de los !Kung San del desierto de Kalahari, en el sur de África, se considera que el parto es una prueba de valentía física para las mujeres. Se cree que el miedo obstaculiza el parto, por lo que se espera que la madre mantenga la calma en todo momento, tanto para su propio bienestar como para el del bebé. Existe la idea de que la mujer da a luz en soledad, aunque en la práctica, especialmente durante los primeros partos, las mujeres son asistidas por una familiar. En el caso de mujeres que han dado a luz en varias ocasiones, pueden optar por hacerlo solas, aunque siempre cercanas a otras mujeres que puedan ayudar en caso de complicaciones Los !Kung San son una sociedad de cazadores-recolectores de Botswana. Tienen un ideal cultural de parto solitario. Algunos arqueólogos consideran que los !Kung pueden ser relevantes para interpretar aspectos de la adaptación humana durante el período paleolítico de la evolución humana  [].

Segundo paradigma: El parto con apoyo emocional cercano

El parto en este paradigma se suele desarrollar en el hogar de la parturienta. El segundo paradigma se puede denominar «acompañado con familiaridad y cercanía emocional». Este paradigma ha sido el dominante durante la historia, es decir, desde que apareció la escritura. Desde que existen registros escritos, el parto ha sido una experiencia compartida con otros miembros femeninos íntimos de la comunidad. Durante la parte de la existencia humana llamada historia, el lugar habitual del parto ha sido el domicilio de la parturienta. Las mujeres en trabajo de parto eran asistidas emocional y físicamente por personas que se basaban en sus propias experiencias y conocimientos transmitidos de generación en generación. Aunque la especialización laboral comenzó a surgir en las esferas más altas de la sociedad, es probable que no se extendiera a las clases populares hasta la invención del dinero, que permitió a todas las personas pagar por servicios especializados. En algún momento este acompañamiento familiar se fue transformndo en un acompañamiento por una partera profesional, pero el el parto siguió realizándose en casa de la mujer que paría y las parteras siempre actuaron priorizando la cercanía y la familiaridad. 

En muchos aspectos de la vida humana, la familiaridad juega un papel crucial en la reducción del estrés y la ansiedad, y el parto no es una excepción a esta regla. El modelo de parto acompañado con familiaridad se basa en la idea de que las mujeres encuentran comodidad y apoyo en la presencia de personas conocidas y de confianza durante el proceso de parto.

En este paradigma, la mujer está acompañada por un familiar, pareja o amigo cercano que proporciona apoyo emocional, físico y a veces también práctico durante el parto. Este acompañante puede ayudar a la madre a manejar el dolor, a mantenerse concentrada y relajada, y puede asistir en aspectos logísticos del parto, como el cambio de posiciones o la hidratación.

Además del apoyo del acompañante, en este paradigma de parto, a menudo hay un profesional sanitario presente, como una matrona o un médico, que supervisa el parto para garantizar la seguridad de la madre y del bebé. Sin embargo, el papel del profesional de la salud es más pasivo, dejando a la mujer y a su acompañante en el centro del proceso de parto.

Este paradigma reconoce el poder de la familiaridad y de la relación emocional para reducir el miedo y la ansiedad durante el parto. Proporciona a las mujeres un entorno seguro y acogedor donde pueden sentirse comprendidas, apoyadas y capaces de seguir sus instintos. También puede fomentar un mayor sentido de control y participación en el proceso de parto, ya que las mujeres pueden discutir y tomar decisiones junto a alguien en quien confían.

Aunque los aspectos de seguridad y eficiencia del paradigma de parto acompañado con familiaridad son indudables, su mayor beneficio radica en su enfoque humanizado del parto. Al centrarse en la experiencia emocional y psicológica de la madre, este paradigma puede contribuir a un parto más satisfactorio y positivo, ayudando a la mujer a sentirse empoderada y activa en su propio proceso de dar a luz.

Antigua Mesopotamia []

En la antigua Mesopotamia, la diosa Ninharsag era venerada como la diosa principal del parto. Se han encontrado objetos y amuletos relacionados con el parto en diferentes lugares, como el «ídolo del ojo» grabado con un ciervo, que simboliza a la diosa, datado alrededor del 3000 a.C. También se encontraron amuletos en forma de ranas, que podrían representar la fertilidad o el parto. Se han descubierto discos de arcilla que representan taburetes de parto en Chagar Bazar, fechados alrededor del 4000 a.C., junto con figuras femeninas en posición de dar a luz. En textos literarios posteriores se menciona el uso de ladrillos o piedras de parto dentro de una casa de parto, pero estos registros datan del segundo milenio a.C. La diosa Ninharsag tenía una capilla en el templo de Ninazu en Esnunna, asociada específicamente con el parto. Tanto los dioses como los seres humanos utilizaban estos ladrillos de parto y participaban en rituales relacionados con el parto en la antigua Mesopotamia.  [].

Desafortunadamente, no se proporciona una descripción detallada del proceso del parto en sí en los textos cuneiformes del siglo VII a.C. Sin embargo, se mencionan remedios específicos para abordar problemas de salud femenina relacionados con el parto y el posparto. Estas terapias incluyen rituales, incantaciones, pociones, ungüentos y prescripciones dietéticas. Además, se agrupan plantas medicinales útiles para tratar problemas específicos durante el embarazo y el parto, pero no se detalla cómo se aplicaban estas terapias en el contexto del parto. []. 

Durante el parto, se empleaban diversos métodos en la antigua Mesopotamia, como la masticación de corteza de árbol, el masaje con ungüento y el uso de un rodillo mágico en el cuerpo de la mujer. Además, se recitaban mitos e incantaciones como parte de los rituales. Por ejemplo, se menciona la Epopeya de Atra-hasis, que relata un diluvio y la creación de nuevas categorías de seres humanos para controlar la sobrepoblación. También se destaca la incantación llamada «Una Vaca de Sin», donde se describe a la consorte del dios de la luna experimentando un parto difícil y siendo aliviada por el dios principal, Anu. Un ejemplo de estos cantos es el siguiente: 

  • «¿Por qué estás a la deriva, como un barco, en medio del río, con tus peldaños rotos, tu cuerda de amarre cortada?» «… El día en que di a luz el fruto, qué feliz estaba, feliz estaba yo, feliz mi esposo. El día de mi entrada en el trabajo de parto, mi rostro se oscureció, el día de dar a luz, mis ojos se nublaron. Con las manos abiertas recé a la Señora de los dioses (la diosa madre), tú eres la madre de aquellos que han dado a luz un hijo, ¡salva mi vida!» Al escuchar esto, la Dama de los dioses cubrió su rostro y preguntó, «… ¿Por qué sigues orando a mí?» [Mi esposo, quien me amaba], clamó, «¿Por qué me arrebatas a la esposa en quien me regocijo?» «… [Todos] esos [muchos] días estuve con mi esposo, viví con él, quien era mi amante. La muerte se acercó sigilosamente a mi alcoba: Me expulsó de mi hogar, Me arrancó de los brazos de mi esposo…»

Durante el embarazo y el parto, se recitaban diversos rituales en sumerio y en acadio, a veces con el objetivo de liberar a un bebé atrapado en el útero y ayudar a la partera que esperaba. 

  • El bebé está atrapado… ella, quien está creando una vida, está envuelta en el polvo de la muerte. Sus ojos fallan, no puede ver; sus labios están sellados, no puede abrirlos… No lleva velo, no siente vergüenza. «Permanece a mi lado,… ¡Oh misericordioso Marduk! Ahora estoy rodeada de problemas. Extiende tu mano hacia mí. Haz que el sellado (el bebé), la creación de los dioses, nazca como un ser humano; ¡que llegue al mundo! ¡Que vea la luz!».

La serie de presagios Shumma izbu recopila anomalías congénitas del antiguo período babilónico. Estos presagios fueron ampliamente difundidos y encontrados en diferentes lugares. Describen deformidades como niños con una sola pierna, gemelos siameses y hermafroditas, incluso mencionan casos «teóricos» de recién nacidos con múltiples cabezas. La presencia de un bebé malformado se consideraba un mal augurio, lo que llevaba a realizar un ritual y luego arrojar el cuerpo al río. Aunque los textos médicos de la época no abordan estas enfermedades ni ofrecen tratamientos específicos, las colecciones de presagios y los textos mágicos proporcionan descripciones detalladas de estas condiciones. Las familias ricas contrataban nodrizas. Un proverbio sugería que el coito estimulaba la producción de leche. La lactancia duraba dos o tres años y también era un método anticonceptivo. Los bebés dormían en cestas y eran llevados en portabebés a medida que crecían. El nacimiento de un niño se consideraba una bendición. El abandono infantil era frecuente, más a las niñas que a los niños. Los antiguos mesopotámicos creían que el «ruido» humano enfadaba a los dioses y les hacía hacer el mal. Las madres cantaban canciones de cuna para que los bebés dejaran de llorar. Estas canciones de cuna, que se originaron a partir de encantamientos, estaban destinadas a mantener a los dioses, así como al bebé, tranquilos:

  • Pequeña que vive en la cámara oscura (es decir, el útero), Realmente viniste aquí, has visto la [luz] del sol. ¿Por qué estás llorando? ¿Por qué te preocupas? ¿Por qué no lloraste allí? Has perturbado al dios doméstico, el bisonte (-monstruo) está en movimiento, (diciendo) “¿Quién me molestó? ¿Quién me asustó? El pequeño te molestó, el pequeño te asustó. Como bebedores de vino, como el hijo de una camarera, ¡Que el sueño caiga sobre él!

Existían fuertes lazos emocionales entre niños y sus padres. Los dioses eran considerados como padres o madres, y las listas babilónicas y asirias describían las diferentes etapas del ciclo de vida humano, desde el lactante hasta el anciano.

Antiguo Egipto

Los conceptos ginecológicos, incluyendo la fertilidad, la sexualidad, el parto y la salud infantil, son temas tratados en numerosas fuentes desde la época faraónica hasta los tiempos romanos (del segundo milenio a.C. al siglo III d.C.). La mayoría de estas fuentes son papiros médicos y mágicos, o más bien manuscritos médico-mágicos. Estos manuscritos contienen hechizos, encantamientos, remedios y prescripciones para enfermedades de mujeres y niños, principalmente relacionadas con el útero, la vulva, la vejiga y el estómago, así como pronósticos sobre fertilidad, anticoncepción y parto.

Los textos médicos no describen directamente el acto del parto, ni contienen encantamientos mágicos que debían recitarse en el momento del parto. Los textos ginecológicos se ocupan de los problemas antes y después del parto, pero no del propio acto de dar a luz. Sin embargo, en textos literarios, astronómicos y mitológicos se menciona más detalladamente el acto biológico del parto, así como el aborto y el nacimiento prematuro en el antiguo Egipto. Estas fuentes proporcionan analogías y explican un nacimiento divino, aunque resulta sorprendente la cantidad de detalles que proporcionan.

Además de las fuentes textuales, las decoraciones en las paredes de los templos y los «mammisis» (capillas dedicadas al nacimiento) así como las ilustraciones en ladrillos de nacimiento, nos brindan información sobre el momento del parto.

En el antiguo Egipto, el parto era considerado un proceso que requería la intervención de deidades protectoras. Se realizaban rituales y se utilizaban amuletos para asistir en el parto. Algunos de estos rituales incluían invocaciones a deidades como Hathor, la diosa del amor y la maternidad.

Los egipcios creían que el parto debía llevarse a cabo en un entorno especial, como el techo fresco de la casa, un pabellón de confinamiento o un pórtico decorado con columnas de tallos de papiro y enredaderas. Se preparaba un área con una colchoneta, una almohada, una estera y un taburete. Durante el parto, solo había ayudantes femeninas presentes, no se mencionan la presencia de médicos o comadronas específicamente en los textos antiguos.

No existían palabras conocidas para «partera», «matrona» o «comadrona». Sin embargo, esto no significa que estas figuras no existieran. Para los campesinos, la partera solía ser una amiga, vecina o miembro de la familia que ayudaba en el parto. Para las mujeres de la nobleza y las clases más adineradas, la partera era generalmente una criada que ya vivía en el hogar. Las parteras en esa época no recibían una formación formal para aprender su oficio. El conocimiento se transmitía de una miembro de la familia a otra o de amiga a amiga.

El trabajo de las parteras incluía brindar apoyo emocional, aliento, atención médica, ayuda y protección religiosa a las mujeres. Las áreas en las que las parteras se centraban eran el embarazo, el trabajo de parto, la fertilidad y la anticoncepción.

Las mujeres egipcias daban a luz en diferentes posiciones, como arrodilladas, sentadas sobre los talones o en un ladrillo. Los ladrillos de parto pronto evolucionaron hacia un taburete de parto bajo, siendo la representación más antigua de dicho taburete esculpida en una casa de parto en Luxor, donde nació el faraón Amosis III en el 1450 a.C. Se colocaba agua caliente debajo del asiento para aliviar el dolor.

Además de los rituales y las prácticas específicas durante el parto, se menciona que el parto podía ser un proceso complicado y peligroso. En las tumbas egipcias, se han encontrado restos de mujeres que murieron durante el parto o que mostraban signos de partos difíciles anteriores en sus huesos púbicos.

La asistencia de las diosas del parto durante y después del parto era esencial para un nacimiento normal. Se recurría a rituales y amuletos para asistir en el parto y asegurar la seguridad de la madre y el bebé. Estos rituales y amuletos incluían invocaciones a deidades como Hathor, la diosa del amor y la maternidad. Por ejemplo, un hechizo para favorecer la expulsión de la placenta era:

  • ¡Baja, placenta, baja! Yo soy Horus que conjura para que la que está pariendo sea mejor de lo que era, como si ya hubiera dado a luz… ¡Mira, Hathor pondrá su mano sobre ella con un amuleto de salud! ¡Soy Horus quien la salva! Repetir cuatro veces sobre un Bes-amuleto, colocado en la frente de la parturienta.

En el antiguo Egipto, los niños eran considerados una bendición y su importancia en la sociedad era valorada. Se les veía como «el bastón de la vejez» porque se esperaba que cuidaran y apoyaran a sus padres en su vejez. Por lo tanto, se desarrollaron rituales y prácticas culturales para garantizar la buena salud de la madre y el bebé durante el parto.

Los egipcios tenían una profunda conexión emocional con sus hijos, y se esperaba que los hijos honraran y cuidaran a sus padres en la vida adulta. Además, los niños eran nombrados de manera significativa, reflejando a menudo el deseo de los padres de que los dioses favorecieran a sus hijos.

La fertilidad, el embarazo y el sexo del bebé eran aspectos de gran importancia. Se llevaban 

a cabo pruebas para evaluar la fertilidad de una mujer, confirmar el embarazo y determinar el sexo del bebé por nacer. Estas pruebas incluían el uso de amuletos y métodos como el cultivo de semillas para predecir el género del bebé.

Una vez que los niños nacían, eran cuidados y amamantados por sus madres durante al menos tres años. Se encontraron evidencias de que se utilizaban portabebés para llevar a los niños a medida que crecían. 

En cuanto a la educación, los niños de clases más altas tenían la oportunidad de recibir una educación formal, especialmente en la escuela de escribas o en el servicio del templo. Las niñas también tenían roles en los templos como músicos y bailarinas, y se les enseñaba sobre sus derechos legales en cuanto a propiedad y negocios.

Modelos de parto contemporáneos en el segundo paradigma

El parto, al igual que muchos otros aspectos de la vida humana, es inseparable del tejido cultural en el que se lleva a cabo. En cada sociedad, los nacimientos son rituales cargados de significados, prácticas y creencias transmitidos de generación en generación, reflejando los valores sociales, culturales y emocionales de la comunidad.

Cuando una mujer se prepara para dar a luz, se sumerge en un mar de creencias y costumbres populares que son parte integral de la memoria colectiva de su grupo cultural. Estas prácticas y creencias, acumuladas a través del tiempo y profundamente arraigadas en su cultura, proporcionan un marco y un sentido de continuidad y pertenencia (Rodríguez, 2000).

Examinemos ahora algunas de estas creencias y prácticas que rodean el nacimiento en diferentes culturas.

Lorango (Africa)

En las tribus que viven en las tierras que una vez pertenecieron al Reino de Loango (hoy parte de Angola, Congo y Gabón), como los Bafiotos, el acto de dar a luz se lleva a cabo de una manera notablemente física. Las mujeres en trabajo de parto suelen dar a luz de pie, apoyándose contra una pared, o de rodillas inclinándose hacia adelante, siempre con la asistencia de las mujeres ancianas de la comunidad. Estas prácticas pueden parecer extremas para algunos, pero en estas comunidades, son parte de un protocolo antiguo diseñado para garantizar la supervivencia tanto de la madre como del niño. Si el parto se prolonga, se emplean técnicas adicionales para aumentar la presión sobre el abdomen de la madre, incluyendo poner a la mujer boca abajo. En situaciones extremas, las mujeres que atienden el parto pueden tomar medidas drásticas, como asfixiar temporalmente a la madre para inducir convulsiones que ayuden a expulsar al bebé []. 

Awajun (Aguaruna) y Wampis (Huambisa) de Perú

En las comunidades peruanas Awajun y Wampis, las mujeres suelen parir en una posición vertical, acompañadas por una partera y mujeres con experiencia en partos de la comunidad. Se emplean varios remedios naturales, incluyendo hierbas, para facilitar el nacimiento y abordar problemas como la retención de placenta y el sangrado vaginal. Se considera crucial la presencia del esposo para brindar apoyo emocional y asegurar un parto exitoso. En estas comunidades, los partos son atendidos por personas mayores o familiares con experiencia en numerosos nacimientos. Además, se involucra a una especialista conocida como «partera», que ha adquirido y perfeccionado sus habilidades a través de la experiencia. Durante el parto, la mujer adopta una posición vertical, agarrándose de una madera transversal y en cuclillas, siempre contando con el respaldo de su familia. Su esposo, presente en todo momento, le brinda la seguridad emocional necesaria [].

Cheyennes, Arapahoes, Kiowas, Comanches y Apaches

Las tribus indígenas norteamericanas como los Cheyennes, Arapahoes, Kiowas, Comanches y Apaches construyen un refugio especial para dar a luz, usualmente cerca del campamento principal. Este refugio está diseñado para proporcionar privacidad y comodidad, con agujeros cavados en el suelo para recoger los fluidos y desechos del parto, y estacas para que la mujer en labor se agarre mientras da a luz. Aquí, la partera aplica presión sobre el abdomen de la madre mientras las otras mujeres de la comunidad cantan y bailan para distraer de los lamentos del parto. En un refugio separado, el chamán realiza rituales y conjuros para proteger a la madre y al bebé de los malos espíritus [].

Sierra Norte de Oaxaca (México)

En la Sierra Norte de Oaxaca (México), las mujeres indígenas Zapotecas llaman a la partera cuando llega el momento del parto. Se lleva a cabo en la cocina, donde se preparan infusiones naturales para estimular las contracciones. La partera, asistida por el marido y otra mujer, dirige el proceso de parto, que suele implicar a la madre dando a luz sentada para facilitar el esfuerzo. Una vez que nace el bebé, la partera corta el cordón umbilical y baña al recién nacido [].

Náhuatl y Tenek en México

En los grupos Náhuatl y Tenek en México, la mujer suele dar a luz en su casa, en la postura que encuentre más cómoda. Una vez que llega la partera, se limpia el lugar del parto y se cubre el suelo con plástico. Tras el nacimiento, se corta el cordón umbilical y el bebé es bañado por una de las abuelas (Pelcastre et al., 2005).

Tercer paradigma: el parto institucional

Finalmente, llegamos a la parte de la historia en que la mujer se desplaza para el parto a lugares donde existen instalaciones especializadas. Actualmente, el parto es atendido en instalaciones especializadas, como hospitales y maternidades, por un equipo de profesionales altamente capacitados, que pueden ser médicos, matronas, o enfermeras obstétricas. Estos centros están equipados en mayor o menor grado con tecnología médica avanzada y siguen protocolos rigurosos para garantizar la seguridad y el bienestar de la madre y el bebé. 

Modelo de maternidad centrada en la mujer

Este modelo se centra en las necesidades y deseos individuales de la mujer durante el parto. Este enfoque puede implicar la creación de un plan de parto personalizado y el uso de una variedad de técnicas de parto y manejo del dolor, según las preferencias de la mujer.

Modelo médico

En muchos países occidentales, el parto se considera principalmente un evento médico que se lleva a cabo en un entorno hospitalario bajo la supervisión de médicos y enfermeras. Este modelo a menudo incluye el uso de intervenciones médicas como medicamentos para el dolor, monitorización fetal y, en algunos casos, cesáreas. En este modelo, el parto es tratado como un evento médico que requiere la supervisión y la intervención de profesionales de la salud. Este modelo puede ser más común en entornos hospitalarios y puede implicar el uso de intervenciones médicas como la monitorización fetal, la epidural y la cesárea.

Plantillas

Plantilla 1. Paradigmas de abordaje del Parto

Introducción: En el campo de la partería, existen diferentes modelos de atención al parto que varían según la cultura y las prácticas tradicionales de cada región. A continuación, se describen cuatro modelos destacados: el modelo de partería tradicional, el modelo contemporáneo de parto en domicilio, el modelo holandés, el modelo japonés y el Modelo de Parto Humanizado.

Modelo de AtenciónDescripciónParadigma
Partería TradicionalEn algunas culturas, las parteras tradicionales son las principales proveedoras de atención durante el parto. El parto es considerado un evento natural y puede involucrar rituales y prácticas específicas.Paradigma de acompañamiento familiar
Parto en DomicilioEn este modelo contemporáneo, se busca respetar al máximo las necesidades básicas de la mujer de parto y minimizar la intervención médica. El parto se realiza en el hogar bajo la supervisión de profesionales de la salud.Paradigma de acompañamiento familiar
Modelo HolandésEn los Países Bajos, el parto se considera un proceso natural y las matronas desempeñan un papel central en el cuidado prenatal y en el parto. El parto normalmente ocurre en el domicilio.Paradigma de acompañamiento familiar
Modelo JaponésEn Japón, se combina el uso de la tecnología médica moderna con prácticas tradicionales: las mujeres dan a luz en pequeñas clínicas de maternidad, donde  el baño, el cambio de ropa y la paciencia son prácticas comunes durante las primeras etapas del parto, así como el masaje para ayudar en la etapa de expulsión del parto.Paradigma de parto institucional
Modelo de Parto HumanizadoEste modelo contemporáneo se enfoca en humanizar el proceso de parto y prioriza la experiencia personal de la mujer. El parto humanizado puede implicar menos intervenciones médicas y más apoyo emocional, y a menudo se enfoca en promover el vínculo entre la madre y el bebé.Paradigma de parto institucional

¿Sabías que? En la cultura japonesa, antes del parto las mujeres embarazadas llevan una banda alrededor de su abdomen desde el quinto mes de embarazo para evitar un crecimiento fetal excesivo.Y después del parto las primerizas se quedan en la clínica durante una semana para el aprendizaje de la lactancia. 

Actividad 1. Paradigmas de asistencia al parto

Completa la siguiente tabla. 

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Modelo de AtenciónDescripciónParadigma
Cultura MayaEn la cultura Maya, el parto se realiza en el hogar, donde se llevan a cabo rituales como el encendido de velas y la colocación de una estatua de la diosa de la fertilidad. La mujer se mueve libremente y recibe asistencia de la partera y el hombre.
Pueblo nómada Kalmuck (Mongolia)En el pueblo nómada Kalmuck, el parto es un evento comunitario donde la madre adopta una posición de agachamiento y se agarra a un poste. Amigos y familiares brindan apoyo durante el proceso de parto.
Pueblo Ainu (Japón)El pueblo Ainu enfatiza el apoyo comunitario durante el parto. Las mujeres mayores asisten a la parturienta sin intervenir activamente, y el marido puede proporcionar apoyo físico si el parto se prolonga. Se realizan rituales, como la recolección y secado de una hierba blanca.
Antiguo Egipto.
Antigua Mesopotamia

Solución y realimentación:

Modelo de AtenciónDescripciónParadigma
Cultura MayaEn la cultura Maya, el parto se realiza en el hogar, donde se llevan a cabo rituales como el encendido de velas y la colocación de una estatua de la diosa de la fertilidad. La mujer se mueve libremente y recibe asistencia de la partera y el hombre.Paradigma de acompañamiento familiar
Pueblo nómada Kalmuck (Mongolia)En el pueblo nómada Kalmuck, el parto es un evento comunitario donde la madre adopta una posición de agachamiento y se agarra a un poste. Amigos y familiares brindan apoyo durante el proceso de parto.Paradigma de acompañamiento familiar
Pueblo Ainu (Japón)El pueblo Ainu enfatiza el apoyo comunitario durante el parto. Las mujeres mayores asisten a la parturienta sin intervenir activamente, y el marido puede proporcionar apoyo físico si el parto se prolonga. Se realizan rituales, como la recolección y secado de una hierba blanca.Paradigma de acompañamiento familiar
Antiguo EgiptoEn el Antiguo Egipto, el parto era supervisado por parteras expertas y sacerdotisas. Se consideraba un evento sagrado y se llevaban a cabo rituales y ofrendas. Las parteras brindaban cuidado tanto físico como espiritual a las mujeres durante el parto.Paradigma de acompañamiento familiar
Antigua MesopotamiaEn la Antigua Mesopotamia, el parto era atendido por parteras, generalmente mujeres de la comunidad. Se utilizaban técnicas de masaje y se aplicaban ungüentos para facilitar el proceso de parto. Las parteras brindaban apoyo y cuidado a las mujeres durante todo el proceso.Paradigma de acompañamiento familiar

Plantilla 2. Primer paradigma: el parto íntimo instintivo

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Audio: Durante el primer 99,99% de existencia de la humanidad, el parto era instintivo, sin influencias morales o sociales. Este período instintivo es esencial para entender el parto normal, pero su falta de documentación dificulta conocer detalles. Se piensa que las mujeres daban a luz en privado, pero ignoramos si era una experiencia solitaria, y si era placentera. Las pistas provienen de referencias sobre tribus con estilos de vida paleolíticos, como los Taínos antes de llegar Colón, y del comportamiento de los bonobos y chimpancés, nuestros parientes más cercanos.

Imagen: similar a la siguiente:

¿Sabías que? Hace 500 años los indígenas del Caribe vivían en la prehistoria, sin escritura, sin leyes escritas. Los relatos de como parian pueden ser lo más cercano que tenemos para saber cómo se paría en ese 99,99% de tiempo que la humanidad ha vivido en la prehistoria.

Plantilla 3. Paradigma de parto instintivo: los taínos precolombinos

Audio + Imagen: 

Audio: Las mujeres en la sociedad india eran tan bien tratadas que asombraba a los españoles”. Bartolomé de Las Casas describió así las relaciones sexuales: “No existen leyes matrimoniales: hombres y mujeres indistin‐ tamente escogen pareja y la dejan según les apetece, sin ofensa, celos o enfados. Se multiplican abundantemente; las mujeres embarazadas trabajan hasta el último momento y dan a luz prácticamente sin dolor; al día siguiente se bañan en el río y están tan limpias y saludables como antes de dar a luz… en general los hombres y las mujeres indias van totalmente desnudos …”

¿Sabías que? Los pueblos indígenas del Caribe carecían de sistemas de escritura hasta la llegada de los europeos. La tradición oral era fundamental en la transmisión de conocimientos, historias y cultura entre las diferentes comunidades indígenas de la región caribeña. Sï tenían formas de comunicación visual, como producción de arte rupestre, tallado en madera y elaboración de objetos decorativos para representar símbolos, narrar historias y transmitir conocimientos.

Plantilla 4. Paradigma de parto instintivo: Los Ainu

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Los Ainu son un grupo étnico indígena de Japón, principalmente en Hokkaido. Su cultura, que incluye un idioma propio, creencias religiosas centradas en la naturaleza y formas de arte textil y talla en madera, es distinta a la japonesa dominante. Aunque han enfrentado asimilación y discriminación, existen esfuerzos para preservar y promover su cultura.

¿Sabías que? El idioma ainu no ha tenido escritura e históricamente ha sido analfabeto hasta muy recientemente.

Plantilla 5 Con la escritura finalizó la prehistoria

Texto + Tabla

No podemos conocer mucho del parto en la prehistoria. Sólo podemos conocer cómo era el parto desde que existe la escritura, y eso fue hace entre 500 y 5000 años, dependiendo del lugar del mundo del que hablemos, lo cual deja fuera de nuestro alcance el conocimiento del parto en el 99,90% del periodo de existencia del ser humano.  

ÉpocaLugarDescripción
3200 a.C.Antigua MesopotamiaEl cuneiforme consistía en marcar símbolos en tablillas de arcilla húmeda con una caña biselada.
3100 a.C.Antiguo EgiptoLos jeroglíficos eran un conjunto de símbolos pictóricos que representaban palabras y conceptos.
2600 a.C.Valle del Indo (India)La escritura del valle del Indo, aún no completamente descifrada, se encontraba en inscripciones en sellos y objetos.
1200 a.C.ChinaLa escritura basada en caracteres chinos utilizaba ideogramas para representar palabras o ideas completas.
Siglo V a.C.Región de Calabar (Nigeria)El nsibidi es un sistema de escritura originario de esta región y posiblemente data de este siglo.
Siglo IV a.C.Región de EtiopíaEl alfabeto etíope o ge’ez se desarrolló en esta región y se utiliza para escribir idiomas como el amhárico y el tigrinya.
Siglo III a.C.MesoaméricaLos mayas desarrollaron un sistema de escritura complejo que incluía glifos representando sonidos, palabras y conceptos.
Antiguo PerúIncasLos incas utilizaban el quipu, un sistema de cuerdas y nudos, para registrar información y mantener registros contables.
Sin fecha precisaIsla de Pascua (Rapa Nui)El sistema de escritura rongorongo consistía en inscripciones talladas en tablillas de madera, aún sin descifrar completamente.

¿Sabías que? Allá donde no ha existido escritura el parto ha seguido el primer paradigma. Allá donde ha existido escritura el parto ha seguido el segundo (o, recientemente, el tercer) paradigma. 

Plantilla 6 Escritura cuneiforme sobre el parto en Mesopotamia

Audio + imagen

No podemos saber mucho sobre el parto cuando no existía lenguaje escrito. La escritura surgió alrededor del 3000 a.C. en Mesopotamia, inventada por los sumerios. Los primeros textos escritos eran imágenes de objetos que los escribas necesitaban registrar, llamados pictogramas. Los pictogramas evolucionaron hacia los signos cuneiformes, que representaban sonidos y permitían registrar el lenguaje hablado. La escritura cuneiforme era en forma de cuña y se escribía en tablillas de arcilla. Se utilizaba para registrar información variada, desde registros económicos hasta obras literarias y cartas personales. El cuneiforme fue utilizado para escribir alrededor de 15 idiomas diferentes durante su historia de 3000 años. El Museo Británico alberga una colección de aproximadamente 130,000 tablillas cuneiformes, incluyendo la destacada Biblioteca de Ashurbanipal. Estas tablillas son fundamentales para la descodificación de la escritura cuneiforme, la comprensión de la historia de Asiria y la investigación de la cultura y literatura de la antigua Mesopotamia.

Plantilla 7 Primeras leyes escritas: cronología

Texto + tabla

La existencia de leyes en cada lugar del mundo tiene orígenes diversos y se remonta en cada cultura a los primeros momentos tras la aparición de la escritura. A continuación, te proporciono una lista de la aparición de leyes en algunas regiones:

Siglo o ÉpocaLugarDescripción
3200 a.C.Antigua MesopotamiaEl cuneiforme consistía en marcar símbolos en tablillas de arcilla húmeda con una caña biselada.
3100 a.C.Antiguo EgiptoLos jeroglíficos eran un conjunto de símbolos pictóricos que representaban palabras y conceptos.
2600 a.C.Valle del Indo (India)La escritura del valle del Indo, aún no completamente descifrada, se encontraba en inscripciones en sellos y objetos.
1200 a.C.ChinaLa escritura basada en caracteres chinos utilizaba ideogramas para representar palabras o ideas completas.
Siglo V a.C.Región de Calabar (Nigeria)El nsibidi es un sistema de escritura originario de esta región y posiblemente data de este siglo.
Siglo IV a.C.Región de EtiopíaEl alfabeto etíope o ge’ez se desarrolló en esta región y se utiliza para escribir idiomas como el amhárico y el tigrinya.
Siglo III a.C.MesoaméricaLos mayas desarrollaron un sistema de escritura complejo que incluía glifos representando sonidos, palabras y conceptos.
Antiguo PerúIncasLos incas utilizaban el quipu, un sistema de cuerdas y nudos, para registrar información y mantener registros contables.
Sin fecha precisaIsla de Pascua (Rapa Nui)El sistema de escritura rongorongo consistía en inscripciones talladas en tablillas de madera, su significado y uso aún no han sido descifrados.

¿Sabía qué? En las islas del Caribe, antes de la llegada de los europeos existían sólo normas que se transmitían oralmente. Al no haber normal escritas, las normas no podían ser complejas y no podía regularse la propiedad privada. Las tierras y los bienes eran comunes, compartidos por la comunidad. Las normas eran sencillas y se centraban en mantener el orden social, resolver conflictos. Igual ocurría en África subsahariana y en muchos lugares del mundo. 

Plantilla 8 Primeras leyes escritas: contenido

Las primeras leyes escritas que se conocen en la historia de la humanidad se centraron principalmente en la regulación de la propiedad. 

Las primeras leyes escritas que se conocen en la historia de la humanidad se enfocan principalmente en la regulación de la propiedad, ya que esta era fundamental para el desarrollo del comercio y los contratos. De hecho, la existencia de leyes de propiedad era un requisito imprescindible para el avance de la agricultura en diferentes sociedades.

El surgimiento de la agricultura requería que los agricultores pudieran proteger y mantener la propiedad de las tierras en las que habían invertido su esfuerzo. Para ello, era necesario contar con leyes que salvaguardan los derechos de propiedad y establecieran las normas para la transmisión y herencia de estas tierras. Asimismo, la existencia de leyes de descendencia era crucial para asegurar que los hijos legítimos fueran los herederos de estas propiedades.

En este contexto, se consideraba que la mujer y la descendencia eran parte de la propiedad del varón. Esta concepción llevó a que las primeras leyes considerasen el matrimonio como un subtipo de propiedad del varón, donde la esposa y los hijos eran considerados propiedades del hombre.

Las primeras leyes tenían como objetivo regular estos aspectos de la propiedad y la descendencia, estableciendo normas sobre el matrimonio, la herencia y los derechos de los hijos legítimos. Esta concepción de la mujer como propiedad y el matrimonio como una extensión de la propiedad del varón encajaba en el marco legal y social de aquella época, facilitando el desarrollo de la agricultura y sentando las bases para la organización social y económica de las sociedades antiguas.

 y, como parte de la regulación de las propiedades, se regulaba también la sexualidad. Puede parecer que la sexualidad  , y esto tuvo un impacto significativo en diversas esferas de la vida social, incluida la sexualidad y la aparición de la vergüenza respecto a la propia sexualidad con la consiguiente represión de instintos.

Antes de existir códigos legales complejos, necesariamente la ganadería y la agricultura eran tareas que se llevaban a cabo de forma compartida, en sistemas de organización social en que el trabajo y el fruto de la agricultura y de la ganadería eran repartidos según la capacidad de cada integrante del grupo y con la única recompensa de tener mejor grado de prestigio social si se era más eficiente. Mientras eso era así, probablemente no había leyes estrictas de matrimonio y los deseos sexuales guiaban la formación de parejas sexuales que, posiblemente se hacían y decían con fluidez. 

¿Por qué una de las primeras cosas que regularon las leyes escritas fue la propiedad privada?

Fue al revés: cuando apareció la escritura, el primer uso que se le dió fue apuntar qué tierra había sido trabajada por quién, qué producción alguien había dejado a quién, etcétera. Por eso, la escritura fue necesaria para la propiedad privada y la propiedad privada iba apareciendo en todas partes del mundo al poco tiempo de aparecer la escritura. Eso explica que los hallazgos más antiguos de escritura en cualquier sitio del mundo suelen ser sobre temas de contabilidad o normas y leyes. 

Pero ¿Por qué, junto con la escritura, las leyes y la propiedad privada, aparece la represión de los instintos?

Probablemente antes de las leyes complejas, la formación y extinción de parejas sentimentales fluía de forma dinámica, sin grandes obligaciones. Probablemente sólo los hombres de muy alta categoría social exigían fidelidad a sus esposas porque eran los únicos que tenían motivos para estar seguro sobre la herencia de su posición de poder, mientras que en las clases bajas, sin existir propiedad privada, no había motivo para que el matrimonio estable fuera algo obligatorio. 

En cuanto aparecieron leyes escritas, más complejas, que incluían regulación d ela propiedad privada y de la herencia, necesariamente apareció la prohibición absoluta del adulterio y, con ello, la represión sexual. 

El matrimonio permitió facilitaba dos problemas que habría tenido la regulación de la propiedad privada: para la mujer, mientras la propiedad de la  tierra y de los bienes era comunal, no había problema en que su hombre la dejara con dos, 3 , 4 o 7 hijos , porque los niños eran cuidados en comunidad. Y para el hombre, mientras la propiedad era comunal, no había por qué preocuparse respecto a herencias. El matrimonio allanaba el camino a la propiedad privada al solucionar estos dos aspectos. No pudo aparecer la propiedad privada sin solucionar estos dos problemas, respectivamente, de la mujer y del hombre. El matrimonio con compromiso de ser para toda la vida soluciona estos dos impedimentos que la propiedad privada tenía. El tercer impedimento era unas leyes que garantizaran los lindes de un terreno, en número de cerdos de un propietarios, las compraventas de terrenos y de bienes, etc. Y sólo la escritura resolvía este problema. 

Sin leyes escritas, la población femenina no podía mantener una agricultura o ganadería que podía ser fácilmente saqueada si no había una obligación para el hombre de no abandonarla. Sin leyes escritas, la población masculina no podía saber si sus hijos de verdad lo eran o no.  legal del hombre de permanecer del hombre , sobre todo cuando la mujer estaba dedicada a los niños. Y sin leyes escritas. Sólo pudo aparecer propiedad privada de la agricultura o de la ganadería una vez que apareció una fórmula para que una mujer tuviera garantizado sus sustento, por ejemplo, cuando estaba embarazada. Si en algún momento se pasó de la convivencia comunitaria a la convivencia familiar, antes fue necesario que existieran leyes claras que protegieran a la mujer cuando estaba embarazada y que protegieran a la mujer de que el hombre se marchara abandonandola con la prole. 

Y, por otro lado, sólo pudo aparecer agricultura y ganadería unipersonal o familiar si se garantiza que los agricultores pudieran disfrutar de los frutos de su trabajo en la tierra cultivada. Para invertir tiempo y esfuerzo en el cultivo de la tierra, los agricultores dependían de la seguridad y la protección legal para cosechar los beneficios de su trabajo. Pero no solo eso. Por el mismo motivo, era también necesario que existieran leyes de herencia en una época sólo se podía conocer de qué hombre era un hijo si se conocía con quién tenía relación sexual una mujer. 

En este contexto, el matrimonio adquirió una dimensión de propiedad. Protegía a la mujer a cambio de que esta pasara a ser propiedad del varón, y protegía al varón a cambio de que este quedara comprometido de por vida con esa mujer. La concepción predominante consideraba que la mujer y la descendencia eran parte de la propiedad del varón. Esto implicaba que el matrimonio era visto como una extensión de la propiedad del hombre, donde la esposa y los hijos eran considerados propiedades del esposo.

Todo esto explica por qué el matrimonio y la monogamia cobran tal importancia en los primeros códigos legales escritos. 

La regulación de la propiedad y la concepción del matrimonio como una forma de propiedad tuvieron implicaciones directas en la esfera de la sexualidad. Las normas sociales y culturales buscaron regular y controlar la expresión sexual, estableciendo expectativas específicas sobre la castidad, el matrimonio y la moral sexual. Transgredir estas normas era motivo de vergüenza y estigmatización en muchas sociedades.

A medida que las sociedades humanas evolucionaron y se establecieron normas y expectativas sociales, se hizo necesaria la regulación de las interacciones humanas para mantener el orden y la cohesión social. Las leyes escritas se convirtieron en un medio para establecer normas y reglas sociales que delineaban el comportamiento aceptable e inaceptable en una sociedad determinada. Estas leyes tenían el poder de influir en la forma en que las personas perciben y evalúan sus acciones, y cuando se violan esas normas, podrían generar sentimientos de vergüenza.

La represión sexual influyó en la aparición de la vergüenza del propio cuerpo, y la represión de muchos aspectos instintivos animales en la esfera de la sexualidad. El parto es un evento de la esfera fisiológica de la sexualidad. Se regula por muy similares hormonas, similares posturas, similares gemidos y similar estado emocional. La vergüenza es una emoción humana que surge en respuesta a la evaluación negativa de uno mismo por parte de los demás o por transgredir normas sociales y culturales. Las normas y leyes reprimen la expresión sexual y generan sentimientos de vergüenza cuando se violan esas normas.

Las primeras leyes escritas que se conocen en la historia de la humanidad se centraban principalmente en la regulación de la propiedad, considerando el matrimonio como un subtipo de propiedad del varón. Ejemplos claros de estas leyes se encuentran en las antiguas civilizaciones de Mesopotamia, Anatolia y Egipto:

En Mesopotamia, los códigos legales más antiguos, como el Código de Ur-Nammu y el famoso Código de Hammurabi, abarcaban una amplia gama de temas, incluyendo el comercio, la propiedad, la familia y los delitos. Estos códigos establecían penas específicas para diferentes transgresiones, como el robo, el asesinato y el adulterio, y también regulaban la venta de bienes y la herencia.

En la antigua Anatolia, las leyes de los hititas y los licios regulaban aspectos de la vida civil y religiosa. Estas leyes protegían la propiedad y establecían derechos y responsabilidades en los contratos, así como normas para el matrimonio, la herencia y las prácticas religiosas. En ambos casos, el matrimonio era considerado un aspecto de la propiedad, y las leyes reflejaban esta concepción.

En el antiguo Egipto, el Código de Ma’at era el fundamento de las leyes egipcias. Este código se basaba en los principios de la justicia y la moralidad, y regulaba diversos aspectos de la vida social, incluyendo la conducta en la sociedad, el trato a los esclavos, las disputas de propiedad y las obligaciones familiares. Además, existían leyes específicas relacionadas con la propiedad y la tierra, que establecen reglas para la transmisión, la herencia y el uso de la tierra.

Estas leyes de propiedad y matrimonio reflejan la mentalidad y las normas sociales de la época, en las que la propiedad era central en la estructura social y las relaciones.

Actividad 2 Primeras leyes

Instrucciones: Coloca los eventos en el orden correcto según su secuencia histórica.

  1. Represión de las actividades humanas..
  2. Leyes orales en evolución transmitidas de generación en generación.
  3. Invención de la escritura y primeros códigos legales escritos.
  4. Evolución de la moral hacia la complejidad.
  5. Sociedad guiada por el instinto con mínimas normas de convivencia.

Orden correcto:

  1. Sociedad guiada por el instinto con mínimas normas de convivencia.
  2. Leyes orales en evolución transmitidas de generación en generación.
  3. Invención de la escritura y primeros códigos legales escritos.
  4. Evolución de la moral hacia la complejidad.
  5. Represión de las actividades humanas.

Retroalimentación: Las primeras leyes transmitidas oralmente se remontan a tiempos prehistóricos y son difíciles de precisar con exactitud. Las sociedades humanas han tenido normas y reglas informales desde tiempos muy tempranos para regular la conducta y la convivencia. Estas normas se transmitían oralmente de generación en generación y formaban la base de la estructura social y de las prácticas comunitarias. Las leyes orales eran características de las sociedades que no tenían sistemas de escritura desarrollados, por lo que no se conservan registros escritos de esas leyes. Además, estas leyes orales evolucionaban a lo largo del tiempo y podían variar entre diferentes comunidades y culturas.

Plantilla 9. Sentirse Juzgada

Sentirse juzgada es quizá el mayor inhibidor emocional que existe para un parto natural. La vergüenza es una emoción que ocurre cuando una persona se siente juzgada negativamente por los demás o cuando transgrede normas sociales y culturales. Sentirse juzgado es un requisito fundamental para experimentar la vergüenza, ya que implica la evaluación negativa de uno mismo en relación con las expectativas de la sociedad.

El desarrollo de leyes, normas y complejidad moral desempeña un papel crucial en el sentimiento de ser juzgado. Estas leyes y normas establecen las pautas y reglas sobre lo que se considera aceptable o inaceptable en una determinada sociedad. Al violar estas normas, una persona puede sentirse juzgada y experimentar vergüenza como resultado.

Las leyes y normas, al establecer normas y reglas sociales, influyen en la forma en que las personas perciben y evalúan sus acciones. Estas leyes pueden generar sentimientos de vergüenza cuando se violan, ya que se percibe que uno ha fallado en cumplir con los estándares esperados por la sociedad.

Así, la vergüenza en relación a la sexualidad, a la maternidad y al parto también está influenciada por la existencia de leyes y normas morales. En sociedades más conservadoras o con fuertes normas religiosas, donde las expectativas en torno a la castidad, el matrimonio y la descendencia son más estrictas, la transgresión de estas normas puede generar un fuerte sentimiento de vergüenza y estigmatización.

La vergüenza en relación a la sexualidad puede ser producto de construcciones sociales y culturales específicas, y no es necesariamente una experiencia universal. Sin embargo, en general, la existencia de leyes y normas morales establece un marco de referencia para la evaluación y el juicio social, lo que puede contribuir a la aparición de la vergüenza cuando se violan estas expectativas.

La vergüenza en relación a la sexualidad también puede tener un efecto de represión del parto como acto de la esfera sexual, y contribuir a dolores o dificultades y problemas. La vergüenza asociada con la expresión sexual puede llevar a la inhibición y a una visión negativa del propio cuerpo y de la fisiología femenina en general.

La vergüenza también puede llevar a la internalización de actitudes negativas hacia la sexualidad, hacia la maternidad y hacia el parto, lo que puede generar conflictos internos y emocionales. Así, la vergüenza puede contribuir a la aparición de disfunciones sexuales, como disminución del deseo sexual, ansiedad, miedo, dolor durante el acto sexual y dificultad para alcanzar el orgasmo, y disfunciones en el parto, como incapacidad para el estado emocional de entrega, de desconexión de lo racional, con ansiedad, con miedo, con dolor durante parto y dificultad para los reflejos de eyección del bebé y de la placenta con las consiguientes complicaciones.

La vergüenza en relación a la sexualidad es influenciada por normas y expectativas sociales, así como por creencias y valores personales. Las sociedades con normas sexuales restrictivas y conservadoras pueden generar una mayor vergüenza y represión en torno a la expresión sexual, lo que puede tener repercusiones negativas en la salud sexual y en las relaciones íntimas.

Plantilla 10 Represión: vergüenza de los propios instintos

La vergüenza es una emoción humana que surge en respuesta a la evaluación negativa de uno mismo por parte de los demás o por transgredir normas sociales y culturales. Es difícil precisar cuándo exactamente apareció la vergüenza en las sociedades humanas, ya que es una emoción intrincadamente ligada a la evolución de la conciencia moral y las interacciones sociales.

Se cree que la vergüenza se desarrolló a lo largo del tiempo a medida que las sociedades humanas evolucionaron y se establecieron normas y expectativas sociales. A medida que las personas comenzaron a vivir en comunidades más complejas y a interactuar entre sí, se hicieron necesarias regulaciones sociales para mantener el orden y la cohesión. Las leyes escritas suelen establecer normas y reglas sociales que delinean el comportamiento aceptable e inaceptable en una sociedad determinada. Estas leyes pueden influir en la forma en que las personas perciben y evalúan sus acciones, lo que a su vez puede generar sentimientos de vergüenza cuando se violan esas normas.

Las normas y los estándares de lo que se considera vergonzoso varían de una sociedad a otra, y también han cambiado a lo largo del tiempo debido a los cambios culturales y sociales. La aparición de la vergüenza probablemente surgió en las primeras sociedades humanas a medida que se establecieron normas y valores compartidos. A medida que las personas se volvieron más conscientes de las expectativas y evaluaciones de los demás, pudieron experimentar la vergüenza en situaciones en las que sus acciones o comportamientos se consideraban socialmente inaceptables o moralmente incorrectos.

En sociedades más conservadoras o con fuertes normas religiosas, la vergüenza relacionada con la sexualidad puede haber surgido tempranamente. Las leyes y las normas culturales a menudo han buscado regular y controlar la expresión sexual, estableciendo expectativas específicas en cuanto a la castidad, el matrimonio y la moral sexual. Transgredir estas normas ha sido motivo de vergüenza y estigmatización en muchas sociedades.

Actividad 3 Represión: vergüenza de los propios instintos

Instrucciones: Completa las siguientes frases relacionadas con el impacto de la introducción del dinero en la asistencia al parto. Elige la opción que mejor complete cada frase.

La introducción de normas complejas en una sociedad facilitó la __________ en áreas específicas, incluida la maternidad, el cuidado durante el embarazo y el parto, y la sexualidad.

a) Estandarización  b) Represión c) Globalización d) Profesionalización e) Mercantilización

La opción correcta es: «represión». 

Retroalimentación. La introducción de normas en una sociedad conlleva que se abandonen los instintos. A mayor número de normas o más estrictas normas, menor posibilidad de seguimiento de los instintos en la realización de tareas humanas. Una de las esferas en las que eso ocurre es la sexualidad. Otra es el parto. Otra es la lactancia. 

Actividad 4 Represión: vergüenza de los propios instintos

Imaginemos que vivimos en Mesopotamia en el año 870 a.C y que somos un pensador de una zona ya desarrollada con leyes escritas y organización social. Queremos contar que hemos observado sociedades cercanas aún primitivas, guiadas por el instinto natural en las que las personas no tienen vergüenza de la desnudez, las mujeres paren sin dolor y los hombres son felices cazando y no lo consideran un trabajo. Queremos contar que nos parece que está relacionado con el instinto, con el desarrollo de cosas que no encajan con el orden natural. Tenemos un lenguaje muy recortado de la époco ¿qué términos utilizaríamos para hablar de los siguientes conceptos?

  • sociedad primitiva = ?
  • orden natural, instintos naturales = ?
  • producir = ?
  • potenciales a desarrollo = ?
  • provecho, aprovechar = ?

Respuesta. Probablemente, utilizaríamos términos similares a:

  • sociedad primitiva = huerto
  • orden natural, instintos naturales = Dios
  • producir = hacer crecer en el suelo
  • potenciales a desarrollo = árboles
  • provecho, aprovechar = comida, comer

Quizá escribiríamos unos párrafos similares a los de la Biblia, Génesis, capítulos 2 y 3, para decir algo que con vocablos de nuestros días se podría parecer a lo siguiente: 

Génesis 2

7 Entonces la biología formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. 8 Y la biología plantó una sociedad primitiva en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. 9 Y la biología produjo toda posibilidad de avance deliciosa a la vista, y buena para sacar provecho; también el avance de vida en medio del huerto, y el avance de la ciencia del bien y del mal. 10 Y salía de Edén un río para regar la sociedad primitiva, y de allí se repartía en cuatro brazos. 11 El nombre del uno era Pisón; este es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; 12 y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice. 13 El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus. 14 Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Éufrates. 15 Tomó, pues, la biología al hombre, y lo puso en la sociedad primitiva de Edén, para que lo labrara y lo guardase. 16 Y mandó biología al hombre, diciendo: De todo avance de la sociedad primitiva podrás aprovecharte; 17 mas del avance de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. 18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. 19 Jehová Dios produjo, pues, toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. 20 Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. 21 Entonces la biología hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras este dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 22 Y de la costilla que la biología tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. 24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. 25 Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.

Génesis 3

1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que la biología había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No os aprovecháis de avances de la sociedad primitiva? 2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de las oportunidades de la sociedad primitiva podemos aprovecharnos; 3 pero del fruto del avance que está en medio de la sociedad primitiva dijo la biología: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe la biología que el día que os aprovechéis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como la biología, sabiendo el bien y el mal. 6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. 7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. 8 Y oyeron la voz de la biología que se paseaba en la sociedad primitiva feliz, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de la biología entre los avances de la sociedad primitiva. 9 Mas la biología llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10 Y él respondió: Oí tu voz en la sociedad primitiva feliz, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Te has aprovechado el avance del que yo te mandé no te aprovecharas? 12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del avance, y yo me aproveché. 13 Entonces la biología dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y me aproveché. 14 Y la biología dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores de embarazo; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. 17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y te aprovechaste del avance de que te prohibí diciendo: No te aprovecharás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor te aprovecharás de ella todos los días de tu vida. 18 Espinos y cardos te producirá, y tendrás que conformarte con comer plantas y no animales. 19 Con el sudor de tu rostro te ganarás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. 20 Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. 21 Y la biología hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. 22 Y dijo la biología: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. 23 Y lo sacó la biología de la sociedad primitiva feliz, para que labrase la tierra de que fue tomado. 24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente de la sociedad primitiva feliz querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del avance de la vida.

Plantilla 11 La invención del dinero y cambios en el modelo de parto

Texto + tabla

No parece que la invención del dinero en forma de monedas supusiera cambios en la forma de parir, como no parece que sea tampoco ningún otro factor diferente del desarrollo de las normas y leyes sociales.

ÉpocaLugarDescripción
Siglo VII a.C.Lidia (Turquía)En la región de Lidia, en Turquía, se utilizaron las primeras monedas metálicas hechas de electrum, una aleación natural de oro y plata. La ciudad de Sardes se convirtió en un importante centro de acuñación de monedas.
Siglo VII a.C.Grecia (Lidia y Jonia)En la antigua Grecia, en las ciudades de Lidia y Jonia, se acuñaron las primeras monedas metálicas conocidas como «stater». Estas monedas, fabricadas en electrum, una aleación natural de oro y plata, tenían formas irregulares.
Siglo VII a.C.Oriente Medio (Lidia y Persia)En Oriente Medio, los reinos de Lidia y Persia introdujeron las primeras monedas metálicas. Lidia acuñó monedas de oro y plata, mientras que en el Imperio Persa, bajo el reinado de Darío I, se introdujeron las monedas de oro conocidas como «dáricos».
Antes del siglo VII a.C.EgiptoEn el antiguo Egipto, se utilizaban metales con valor de dinero en forma de unidades de peso, como el «mínimo de oro» y el «debent». Estos metales, generalmente oro y plata, se utilizaban en transacciones comerciales y pagos. No se acuñaron monedas metálicas como en otros lugares, sino que se utilizaban objetos valiosos, como lingotes de metal y joyas, para el intercambio y almacenamiento de riqueza.
Siglo VI a.C.India (Gandhara y Magadha)En la India, los reinos de Gandhara y Magadha acuñaron las primeras monedas de plata en el siglo VI a.C.
Siglo IV a.C.Imperio RomanoEn el Imperio Romano, se acuñaron monedas metálicas que desempeñaron un papel crucial en la economía y el comercio. Se introdujo el denario, una moneda de plata, en el siglo IV a.C. Durante el reinado de Augusto, se acuñaron monedas de oro (áureos) y bronce (sestercios, dupondios). Las monedas romanas presentaban imágenes de emperadores, deidades y símbolos del imperio.
Siglo III a.C.Mesopotamia (Sumeria)En la antigua Mesopotamia, en la región de Sumeria, se utilizaba un sistema de trueque. Sin embargo, en el período del Imperio Acadio, alrededor del siglo III a.C., se introdujeron lingotes de plata estandarizados con marcas o inscripciones que indicaban su peso y valor. Posteriormente, durante el período del Imperio Babilónico, se desarrolló el sistema de monedas de bronce conocidas como «shekels» con imágenes de deidades y símbolos.
Antes de la colonización europeaCaribeAntes de la colonización europea, los indígenas del Caribe utilizaban conchas marinas, especialmente caracolas conocidas como «cauris», como dinero. Estas caracolas eran valiosas debido a su rareza y belleza.
Siglo IV a.C.ChinaEn China, las monedas metálicas conocidas como «ban liang» comenzaron a circular alrededor del siglo IV a.C. Durante la dinastía Qin, se introdujeron las famosas monedas de cobre con un agujero en el centro, conocidas como «qian».

Plantilla 12 Parto en el antiguo Egipto

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Audio: Los egipcios creían en un entorno especial para el parto, con ayuda femenina. No había médicos o comadronas mencionados. La partera era amiga, vecina o familiar para campesinos, y criada para nobles. No tenían formación formal, sino aprendizaje familiar o de amigas. Su trabajo abarcaba apoyo emocional, atención médica y religiosa en embarazo, parto, fertilidad y anticoncepción. Preparaban un área con colchoneta, almohada, estera y taburete en lugares como el techo fresco, un pabellón o pórtico decorado con columnas de papiro y enredaderas.

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Plantilla 13. Ladrillos de parto en el Antiguo Egipto

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Audio:

En la Persia moderna del siglo 19, las mujeres utilizaban cuatro ladrillos, que servían de soporte para el recién nacido y se utilizaban en rituales mágicos y médicos posteriores, como la separación limpia del cordón umbilical. 

Imagen (fuente de la imagen principal y también del jeroglífico: [])

Plantilla 14. Ladrillos de parto en el Antiguo Egipto

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Algunas fuentes sugieren que en el antiguo Egipto se usaban ya ladrillos en esa disposición. En los textos egipcios, es sorprendente que no haya imágenes de una mujer pariendo en un ladrillo de nacimiento, a pesar de las referencias en las numerosas fuentes textuales y a pesar del descubrimiento de un ejemplar. 

¿Sabías que? Existe un jeroglífico para representar en los textos de papiro y de pared una mujer dando a luz. Este: 

Actividad 5. Represión de la maternidad

Piensa y responde

¿Dirías que estamos en una época de gran libertad o por el contrario gran represión en la esfera de la sexualidad?

  1. nula represión de la esfera de la sexualidad
  2. poca represión de la esfera de la sexualidad
  3. bastante represión de la esfera de la sexualidad
  4. muchísima represión de la esfera de la sexualidad

Es cierto que existen cada vez menos áreas del mundo donde los derechos sexuales y reproductivos están fuertemente restringidos, y muchos individuos y comunidades continúan enfrentando discriminación y violencia basada en su identidad o comportamiento sexual. Hay cada vez menos cuestiones relacionadas con la sexualidad, como el acceso a anticonceptivos, el aborto, la educación sexual y los derechos de las personas LGBTQ+. La aceptación de la libertad para la práctica del placer sexual está aumentando en muchas sociedades. En muchas partes del mundo, hay una creciente aceptación de una variedad de identidades y orientaciones sexuales, así como un reconocimiento de los derechos de las personas a tener control sobre su propio cuerpo. Esto se refleja en una serie de cambios legales y políticos, como la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en muchos países, la liberalización de las leyes de aborto y el creciente acceso a anticonceptivos y educación sexual. 

Podría ser controversial argumentar que vivimos en la época de mayor represión sexual de la humanidad, dado que las sociedades de todo el mundo han experimentado cambios significativos en las actitudes hacia la sexualidad a lo largo de la historia. Sin embargo, estamos probablemente en la época de la humanidad de mayor represión en la esfera de la sexualidad si en esta englobamos los instintos humanos dirigidos, no sólo al placer sexual, sino también a la maternidad, al embarazo, al parto, y la crianza de los hijos. Un ejemplo: nunca antes en la historia las mujeres se escondían de los ámbitos sociales para dar el pecho. 

Material complementario

Mateos Cachorro A (ed). Maternidad y Parto: Nuestras Ancestras y Nosotras. Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, Junta de Castilla y León, Zamora (España); 2010.

Rodrigáñez Bustos C, Cachafeiro Viñambres A. La represión del deseo materno y la génesis del estado de sumisión inconsciente. 4th ed. Editorial Virus; 2010. EAN 9788496044319. Disponible en: https://sites.google.com/site/casildarodriganez/

Engelmann GJ. Labor Among Primitive Peoples. Showing the development of the obstetric science of to-day, from the natural and instinctive customs of all races, civilized and savage, past and present. Saint Louis: J.H. Chambers & Co.; 1883. Disponible en: https://iiif.wellcomecollection.org/pdf/b21197325