Introducción
El manejo del dolor durante el parto es una preocupación clave tanto para los profesionales de la salud como para las mujeres embarazadas. Aunque hay múltiples enfoques médicos y no médicos para controlar el dolor, como la epidural, el uso de óxido nitroso y técnicas de relajación, este artículo plantea una perspectiva poco convencional pero profundamente arraigada en la psicobiología humana: la idea de «entregarse al proceso» como una forma de mitigar el dolor durante el parto.
El Paradigma del Sexo
Para entender esta perspectiva, es útil hacer un paralelo con la experiencia sexual humana. En el contexto del sexo, la entrega y aceptación del proceso son esenciales para minimizar el dolor y maximizar el placer. Una tensión mental o física puede actuar como un inhibidor, llevando a una experiencia dolorosa o incómoda. Por el contrario, entregarse al momento puede mejorar la experiencia general y minimizar cualquier sensación de dolor.
Psicobiología del Parto
Al igual que en el acto sexual, el parto es un proceso altamente psicobiológico que implica una compleja interacción entre hormonas, emociones y respuestas físicas. Hormonas como la oxitocina, a menudo denominada la «hormona del amor», desempeñan un papel crucial tanto en el parto como en el sexo. La liberación de oxitocina se asocia con sensaciones de bienestar y es vital para la progresión del parto.
La Entrega y el Parto: Posible Conexión con el Orgasmo
La idea de «entregarse al proceso» durante el parto implica una aceptación y cooperación con las señales biológicas y hormonales que están en juego. Algunas mujeres han reportado experimentar algo que se asemeja a un orgasmo durante el parto, conocido como «orgasmo de parto». Aunque esto no es una experiencia universal, sugiere que el proceso de entrega puede tener un potencial significativo para convertir una experiencia que generalmente se asocia con el dolor en una de placer o, al menos, de menor malestar.
Dolor con propósito
Con el objetivo de explicar las variaciones en la experiencia del dolor en el parto entre las mujeres (por qué algunas lo manejan bien, mientras que otras experimentan un gran sufrimiento) se llevó a cabo una revisión bibliográfica [Laura Y. Whitburn, Lester E. Jones, Mary-Ann Davey, Susan McDonald, The nature of labour pain: An updated review of the literature, Women and Birth, Volume 32, Issue 1, 2019, Pages 28-38, ISSN 1871-5192, https://doi.org/10.1016/j.wombi.2018.03.004.] en las bases de datos, se seleccionaron 31 artículos, y se obtuvieron los siguientes hallazgos:
- El dolor durante el trabajo de parto es una experiencia altamente individual.
- Se identificaron como determinantes e influencias clave del dolor en el parto a factores cognitivos, sociales y ambientales. Este tipo de dolor difiere considerablemente de otros tipos de dolor.
- Si una mujer puede mantener la creencia de que su dolor tiene un propósito (es decir, su cuerpo trabajando para dar a luz a su bebé), y si interpreta su dolor como productivo (es decir, que la está llevando a través de un proceso hacia un objetivo deseado), y el entorno de parto es seguro y de apoyo, experimentará el dolor como un evento de vida no amenazante y transformador.
La conclusión es que cambiar la conceptualización del dolor en el parto a un dolor con propósito y productivo podría ser un paso para mejorar las experiencias de las mujeres en este aspecto, y reducir su necesidad de intervenciones para el alivio del dolor.
Implicaciones Clínicas
Este enfoque no busca desplazar las intervenciones médicas que pueden ser necesarias en situaciones de complicaciones o dolor extremo. Sin embargo, puede ofrecer un complemento a las técnicas tradicionales de manejo del dolor. Los proveedores de atención médica podrían considerar la incorporación de este enfoque en sus prácticas, posiblemente en combinación con otras técnicas de relajación y mindfulness.
Conclusión
Centrarse en la «entrega» durante el parto, en lugar de en la «evitación del dolor», podría ofrecer una forma poderosa y natural de mitigar el malestar. Al igual que en la experiencia sexual, la entrega al proceso biológico y emocional podría tener beneficios significativos para el bienestar de la madre. Se necesita más investigación para explorar este fenómeno y entender cómo se puede aplicar de manera más efectiva en un entorno clínico.
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